La corporación energética de Rusia, Gazprom, declaró este sábado que cesará el envío de gas natural a Moldavia a partir del nuevo año, alegando incumplimientos financieros por parte de la nación aspirante a la Unión Europea.
La medida surge en medio de la implementación de protocolos de emergencia por parte de Moldavia ante la inminente amenaza de una crisis energética.
La empresa rusa, que detenta una participación mayoritaria en Moldovagaz, el principal distribuidor de gas moldavo, expresó en un comunicado su disposición a escalar la situación hasta la posible anulación del contrato vigente.
El corte de suministro afectaría directamente a la central eléctrica de Kuciurgan, ubicada en la disputada Transnistria, y podría significar un duro golpe para la infraestructura energética de Moldavia.
En respuesta, Moldavia denunció lo que considera una politización de los recursos naturales por parte de Moscú, interpretando la acción como una táctica de presión política.
La central de Kuciurgan, privatizada en 2004 y posteriormente adquirida por una entidad rusa, es vital para la red eléctrica moldava, una situación que complica aún más el panorama ante la negativa de Moldavia a reconocer la legitimidad de dicha privatización, en un contexto de creciente tensión geopolítica.
A principios de diciembre, el Parlamento de Moldavia votó a favor de imponer un estado de emergencia en el sector energético ante el temor de que Rusia pudiera dejar a Moldavia sin suficiente energía este invierno.
(Con información de AP)