La Empresa de Telecomunicaciones de Cuba S.A. (ETECSA) en Guantánamo enfrenta un aumento crítico de vandalismo contra su infraestructura y un crecimiento alarmante del fraude digital, situaciones que generan consecuencias graves más allá de las pérdidas económicas y afectan directamente servicios esenciales para la población.
El fraude digital escaló de cuatro casos en 2023 a 54 en 2024, causando pérdidas superiores a los 170 mil pesos. En 2025 ya se registran 24 incidentes con métodos que incluyen equipos que simulan centrales telefónicas para evadir facturación y esquemas de recargas fraudulentas.
Preocupa, especialmente, la utilización de personas de la tercera edad quienes aprovechando su desconocimiento tecnológico son usadas como testaferros para adquirir múltiples líneas telefónicas destinadas a actividades ilícitas.
Cuando ETECSA detecta y bloquea estos servicios se enfrenta al dilema de actuar contra el titular del contrato quien a menudo es una víctima más del engaño.
Paralelamente en lo que va de 2025 se registraron 12 incidentes de vandalismo concentrados, mayormente, en el municipio cabecera, con robos de cables daños a equipos y afectaciones a la planta exterior.
Funcionarios señalan que estos actos muestran una evolución preocupante pues, se detectaron cortes de fibra óptica en lugares remotos y de difícil acceso, sugiriendo acciones con intención muy marcada de causar máximo daño no solo hurto por necesidad.
Estas acciones han interrumpido servicios en escuelas hospitales y comunidades enteras.
El fenómeno se vincula al crecimiento urbano desordenado, tras descubrirse asentamientos ilegales donde entre 30 y 50 viviendas roban electricidad usando cables sustraídos de ETECSA, revelando problemáticas sociales subyacentes.
Cada corte genera interrupciones prolongadas en servicios esenciales, mientras las reparaciones se ven obstaculizadas por la dependencia de componentes importados, desde un simple tornillo hasta terminales especializados, lo que encarece y retrasa la restitución consumiendo divisas nacionales escasas.
Las autoridades identifican tres desafíos clave: vigilancia comunitaria deficiente, escasez de recursos para mantenimiento preventivo en zonas rurales y baja percepción poblacional del riesgo sobre la infraestructura.
ETECSA enfatiza que enfrentar tal situación es tarea de todos y urge fortalecer canales de denuncia y desarrollar estrategias educativas sobre las repercusiones de estos delitos.