El precio del oro alcanzó este jueves un máximo histórico al superar los 2 970 dólares por onza troy en la bolsa Comex de Nueva York.
Según trascendió, los futuros para abril cotizaron a 2 970.6 dólares a las 08:52 GMT, un aumento del 1.18% respecto al cierre anterior, tras tocar un pico intradía de 2 971.74 dólares.
Este avance refleja la creciente demanda del metal como refugio ante la incertidumbre macroeconómica y geopolítica, según análisis del Consejo Mundial del Oro.
Según la entidad, los bancos centrales y los inversores impulsarán la demanda del metal precioso en 2025.
Las compras de bancos centrales, que acumularon más de 1 000 toneladas de oro en 2024, han sido un factor clave en este rally.
Estas instituciones buscan diversificar sus reservas ante la volatilidad del dólar y las sanciones internacionales, lo que ha contribuido a la subida del precio.
Las amenazas de aranceles adicionales por parte de EE.UU., incluidos posibles gravámenes del 25% a automóviles importados y productos estratégicos, han elevado el atractivo del oro como cobertura.
Además, las negociaciones en Ucrania y los conflictos en Oriente Medio refuerzan su rol como activo seguro.
Las expectativas monetarias también están influyendo en el mercado del oro. La Reserva Federal mantiene tasas de interés estables (4.25%-4.50%), lo que reduce el costo de oportunidad de invertir en activos no rentables como el oro.
Expertos aseguran que esta política monetaria ha sido un factor clave para que los inversores vean al metal como una alternativa atractiva en tiempos de incertidumbre.
Analistas de Goldman Sachs y UBS han elevado sus pronósticos para el precio del oro, situándolo en un rango de 3 100-3 200 dólares para fin de año.
Por su parte, Citi Research y el WGC destacan que el metal podría superar los 3 000 dólares en los próximos meses. Estas proyecciones se basan en la combinación de factores macroeconómicos, geopolíticos y de demanda institucional.
Sin embargo, no todo es optimismo en el mercado del oro. La fortaleza del dólar y los ajustes técnicos podrían generar volatilidad en el corto plazo. Aunque el metal ha mostrado una tendencia alcista, los inversores deben estar atentos a posibles correcciones en el precio, especialmente si las condiciones económicas globales cambian de manera significativa.