Ante una de las sequías más severas de la última década, la Delegación Territorial de Recursos Hidráulicos en la provincia de Holguín ejecuta un plan de inversiones y recuperación de equipos para garantizar el abastecimiento de agua a la población, en medio de persistentes dificultades técnicas y energéticas.
La situación afecta a más de 400 mil habitantes en el territorio, con mayor incidencia en la capital provincial, uno de los municipios con ciclos de suministro más prolongados y mayores afectaciones. La crisis ha obligado a implementar medidas extraordinarias para optimizar los recursos disponibles.
Juan Mario Echavarría Hernández, delegado del sector, señaló a la ACN que las acciones se concentran en los sistemas este y norte de la ciudad de Holguín para aprovechar al máximo el volumen de agua disponible. El directivo reconoció que los trabajos se desarrollan superando obstáculos relacionados con el equipamiento y la electricidad.
La estrategia cuenta con el apoyo de trabajadores del sector no estatal y empresas de aprovechamiento hidráulico, enfocándose en el mantenimiento de la infraestructura crítica en plantas potabilizadoras y estaciones de bombeo.
Un avance significativo fue la exitosa prueba hidráulica en la nueva conductora instalada en la presa Cacoyugüín, proyecto destinado a dar servicio a centros vitales como el Hospital Universitario Docente Vladimir Ilich Lenin.
En municipios como Banes, Calixto García y Rafael Freyre, las medidas se dirigen a la habilitación de grupos electrógenos y a la recuperación de equipos imprescindibles para sostener el servicio. Paralelamente, la provincia trabaja en la eliminación de salideros, estudios de factibilidad para la construcción de nuevos pozos y la incorporación de clientes a las redes para reducir la dependencia del suministro mediante pipas.
Crisis extendida y acciones en Granma
La problemática no es exclusiva de Holguín. La vecina provincia de Granma reporta unos 111 mil 520 clientes afectados por interrupciones en el servicio. Las principales causas, según se informa, son las roturas de motobombas y medios de cloración, junto a la falta de electricidad en los sistemas de bombeo, a lo que se suma, en menor medida, el impacto de la sequía en algunas zonas.
Para revertir la situación, se llevan a cabo tareas como la erradicación de salideros y la reubicación estratégica de grupos electrógenos para asegurar el funcionamiento de puntos clave de bombeo.
La gravedad del asunto fue analizada en un reciente encuentro con la dirección de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Granma.
Yudelkis Ortiz Barceló, primera secretaria del Comité Provincial del Partido Comunista de Cuba, orientó establecer prioridades para una atención efectiva y permanente, insistiendo en que “se trata de un tema muy complejo y de alto impacto en la población”.
Emilio Cosme Suárez, al frente de la Dirección de Gestión Integrada del Agua, del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, destacó que la oriental provincia cuenta con personal competente para realizar las acciones previstas y revertir el actual panorama.