El presidente Donald Trump firmó el miércoles una orden ejecutiva que impone aranceles del 50% a productos brasileños, justificando la medida como respuesta a una “emergencia económica” derivada de las políticas del gobierno de Lula da Silva y el enjuiciamiento del exmandatario Jair Bolsonaro.
La acción se ampara en la Ley de Emergencias Económicas Internacionales de 1977, pese a que Estados Unidos registró un superávit comercial de 6 800 millones de dólares con Brasil en 2024, según la Oficina del Censo.
Paralelamente, el Departamento del Tesoro anunció sanciones contra el juez Alexandre de Moraes del Supremo Tribunal Federal brasileño, acusado por la administración Trump de “supresión de la libertad de expresión”.
Moraes supervisa el caso penal contra Bolsonaro, quien enfrenta cargos por presuntamente orquestar un complot para permanecer en el poder tras su derrota electoral en 2022. Estas sanciones siguen a las restricciones de visa impuestas el 18 de julio contra funcionarios judiciales brasileños.
Otro plazo para México
En un giro diplomático relacionado, Trump sostuvo este jueves una llamada “muy fructífera” con la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum Pardo, evitando aranceles programados para el 1 de agosto.
Según Sheinbaum, “evitamos el aumento de aranceles anunciado para mañana y logramos 90 días para construir un acuerdo de largo plazo a partir del diálogo”.
Trump detalló que México mantendrá los aranceles existentes (25% para fentanilo y automóviles; 50% para acero, aluminio y cobre) y eliminará “barreras comerciales no arancelarias” inmediatas.