El dólar ha caído un 4.2% desde finales de 2024, contraviniendo pronósticos que anticipaban su fortalecimiento este año, según información de Bloomberg Línea.
Analistas atribuyen la tendencia a la incertidumbre sobre la política comercial estadounidense y crecientes temores de recesión.
Economías latinoamericanas dolarizadas, como Ecuador, Panamá y El Salvador, enfrentan efectos mixtos: mayor competitividad exportadora versus riesgos inflacionarios por importaciones más caras.
Francesco Pesole, analista de ING, señaló que la depreciación refleja una reevaluación de factores que impulsaban su alza. “Los mercados se han adaptado al impredecible estilo de comunicación del presidente Trump y están tratando las amenazas arancelarias con mayor escepticismo”, dijo a BL.
La pérdida de confianza en el desempeño económico de EE.UU. también presiona a la moneda, afectando a naciones sin política monetaria propia.
Arturo Porzecanski, economista, advirtió que el impacto dependerá de la persistencia de la tendencia. “La depreciación que estamos observando, a menos que continúe en las próximas semanas y muchos meses, no será suficiente para revertir los efectos […] posteriores a la victoria electoral de Donald Trump”, afirmó.
En tanto, Andrés Arauz, exministro ecuatoriano, coincidió en que el efecto en exportaciones no es inmediato, dado el rol del dólar como moneda global de facturación.
Cifras clave
- Ecuador registró exportaciones por 34 420 millones de dólares en 2024 (+10.6% interanual), con 33.3 millones de toneladas vendidas.
- Panamá alcanzó 964.3 millones de dólares en ventas externas (+7.4%), lideradas por banano (16.3% del total).
- El Salvador reportó una leve contracción: 6 447.5 millones de dólares (-0.8%).
Mauricio Monge, de Oxford Economics, subrayó que el impacto en Panamá y El Salvador sería limitado al tener a EE.UU. como principal socio comercial. “Un dólar débil no abarata sus productos en ese mercado”, explicó.
Para Ecuador, alertó sobre una posible caída del petróleo (-9% a 12% en 2025), lo que reduciría ingresos en un contexto de dólar depreciado.
Riesgos inflacionarios y de deuda
La depreciación podría encarecer importaciones desde economías con monedas fuertes, presionando precios. No obstante, la dolarización mitiga volatilidad: Ecuador reportó una inflación de 0.25% en febrero de 2025, la más baja en la región.
Fitch Ratings destacó en enero vulnerabilidades en Bolivia, Panamá y El Salvador por altos niveles de deuda externa y dependencia de reservas. Panamá, degradada a grado especulativo, enfrenta incertidumbre fiscal; El Salvador sigue dependiente de financiamiento externo.
“Un dólar más débil no afecta directamente su deuda, pero un alza en tasas de EE.UU. encarecería el financiamiento”, advirtió Porzecanski.