Desplazamientos poblacionales internos generan desafíos para el desarrollo rural, según experto

Cuba enfrenta una intensa reorganización demográfica interna, con flujos migratorios desde zonas rurales a urbanas y movimientos entre áreas rurales y dentro de ciudades, según reveló el experto Antonio Aja, director del Centro de Estudios Demográficos (Cedem) de la Universidad de La Habana.

En entrevista exclusiva con Prensa Latina, el especialista señaló que aunque la isla tiene tradición migratoria, la actual movilidad interna alcanza niveles significativos. Los desplazamientos predominantes ocurren desde provincias orientales hacia el occidente, concentrándose en La Habana, que simultáneamente funge como principal receptora interna y mayor emisora de migrantes al exterior.

“La migración siempre genera migración, hay redes sociales que atraen nuevos migrantes. En Cuba siempre ha existido la migración de zonas rurales hacia urbanas, fenómeno que hoy cobra más fuerza en el contexto de una mayor urbanización de la sociedad”, aseveró Aja.

Este patrón representa un desafío crítico para las estrategias de desarrollo socioeconómico nacional, afectando particularmente la producción de alimentos y el avance de zonas rurales que enfrentan despoblamiento acelerado y envejecimiento poblacional.

El experto destacó un fenómeno menos visible: “se está dando también un proceso de migración de zonas rurales a zonas rurales, donde las personas buscan espacios económicos, productivos y laborales diferentes al del lugar de origen, lo cual comporta desafíos para el desarrollo local”. Esta movilidad intrarural ocurre frecuentemente dentro de un mismo municipio o hacia territorios agrícolas de otras provincias, impactando la planificación económica local.

Sobre migración internacional, Aja confirmó el persistente saldo negativo (más salidas que entradas) vigente desde 1930 y acentuado tras 1959. “En el presente siglo tiene características muy particulares, porque no solamente es la migración que sale y no retorna sino la migración de circularidad, de temporalidad”, explicó.

“Eso tiene un efecto en la estructura de la población cubana, en la dinámica demográfica del país, y en la estructura por edades de la población, porque migran personas esencialmente jóvenes con mayor feminización, y tiene un efecto en el monto total de la población”, aseguró el experto.

Aja subrayó una paradoja geopolítica: “para Cuba el principal receptor de su emigración es también el principal antagonista del proyecto de nación cubana: Estados Unidos. Y eso politiza el tema, lo mediatiza y consigue que no sea siempre visible el tema migratorio cubano. Solamente cuando existen determinados acontecimientos para ello”.

El demógrafo planteó un cambio de enfoque: “Hoy estamos en una etapa diferente; estamos hablando de que es importante conocer la migración; buscar una circularidad, un retorno, y un acercamiento de los cubanos residentes en el exterior que quieran a la Patria para la Patria”.

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