Casi tres años después del devastador incendio en la Base de Supertanqueros de Matanzas, se observan avances significativos en la recuperación de la capacidad de almacenamiento de combustibles —200 mil metros cúbicos— perdida en agosto de 2022.
Los cuatro depósitos destruidos por las llamas están siendo reemplazados progresivamente gracias a un proyecto de colaboración entre Cuba y China.
Según un reporte de la televisora local Tv Yumurí, los nuevos tanques identificados como 88, 49-1, 86 y 87 están tomando forma.
La Empresa Comercializadora de Combustibles actúa como inversionista principal en esta obra estratégica, que incluye además la construcción de aproximadamente dos kilómetros de cercado perimetral y siete kilómetros de vialidad asfaltada para el acceso a las instalaciones.
Richard Daniel Martínez Sánchez, ingeniero industrial al frente de la Dirección Integrada de Proyectos, detalló el estado de los trabajos: “De manera general la obra está avanzando. Los cuatro envases poseen el envolvente y estamos en la fase de terminación de mecánica para después pasar a la de pintura”.
Precisó que el tanque 88, construido por fuerza de trabajo cubana, marcha al 60% de su ejecución. Los otros tres, a cargo de operarios chinos, muestran un progreso considerable.
Martínez Sánchez aclaró una modificación clave en el diseño: los nuevos tanques no estarán agrupados como los siniestrados. “Dos irán en la explanada inferior, y otros dos en la superior”, explicó, lo que podría reducir riesgos. Los depósitos se edifican con mayor distancia entre ellos y contarán con un moderno sistema de pararrayos.
Los esfuerzos en este enclave vital buscan transformar la terminal y toda la zona industrial circundante en un sector económico más robusto, menos vulnerable y con una imagen modernizada.
Para ello, se ejecuta una gran inversión con un fuerte componente tecnológico, cuyo objetivo primordial es garantizar operaciones más seguras, situando la seguridad como variable clave en el diseño y funcionamiento futuro de la base.