La cooperación bilateral para fortalecer los sistemas agroalimentarios, con un énfasis estratégico en la agricultura familiar y el consumo sostenible, centró las discusiones el martes durante el Primer Encuentro de Alto Nivel entre Brasil y Cuba en esta materia.
La jornada inaugural del evento contó con la presencia de altas autoridades de ambos países, quienes subrayaron la voluntad política de profundizar una alianza considerada clave para la seguridad nutricional y el desarrollo rural.
En la sesión de apertura, en la que participó el primer secretario del Partido y presidente de la República, Miguel Díaz-Canel, intervino el primer ministro cubano, Manuel Marrero, quien reafirmó la necesidad de promover mecanismos de cooperación que faciliten la creación de plataformas para el desarrollo de sistemas alimentarios inclusivos.
Marrero, miembro del Buró Político, enfatizó que estos sistemas deben tener un “enfoque de protección social, participación activa de jóvenes y mujeres, y el necesario protagonismo de las comunidades rurales”.
El jefe de Gobierno cubano hizo un llamado a multiplicar la colaboración entre las dos naciones, priorizando el intercambio de experiencias en áreas claves como: la seguridad, soberanía y autosuficiencia alimentaria, nutrición y salud, ciencia e innovación, agricultura urbana, suburbana y familiar, agroecología, extensionismo agrario, reducción de pérdidas y desperdicios de alimentos, y el diseño de políticas públicas orientadas a la transformación de los sistemas alimentarios.
Marrero se refirió a la Ley de Soberanía Alimentaria y Seguridad Alimentaria y Nutricional de Cuba como “un hito en el empeño de transformar el sistema alimentario cubano, basado en producir los alimentos que necesitamos para el autoabastecimiento familiar en las comunidades y municipios”. No obstante, aclaró que “en ese camino queda aún mucho por andar”, reconociendo los desafíos persistentes.
Durante la sesión inaugural, varios ministros, funcionarios y personalidades de ambos países compartieron sus valoraciones.
Paolo Teixeira, Titular de Desarrollo Agrario y Agricultura Familiar de Brasil, reiteró “el acompañamiento de su gobierno a Cuba y la firme condena al bloqueo estadounidense y a la inclusión de la nación antillana en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo”.
Una intervención destacada fue la del teólogo brasileño Frei Betto, quien calificó a Cuba como “testimonio internacional de soberanía y paradigma de una sociedad poscapitalista en América Latina”, además de subrayar “el compromiso del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, con nuestro país”.
Betto señaló que “Cuba es el único país de la región con una estructura política y jurídica que garantiza los tres derechos humanos esenciales: alimentación, salud y educación, no obstante los graves desafíos que enfrenta por el arreciado bloqueo estadounidense y las limitaciones de toda índole”.
Asimismo, valoró “la contribución de los médicos cubanos al sistema de salud del gigante sudamericano en zonas rurales intrincadas y marginadas”.
Por su parte, el embajador Ruy Carlos Pereira, director de la Agencia Brasileña de Cooperación, manifestó “el compromiso de su gobierno con el fortalecimiento de la seguridad y soberanía alimentaria en Cuba” e invocó al presidente Lula da Silva, quien “reconoció los múltiples retos de Cuba, enfrentada a restricciones externas en medio de un contexto económico muy complejo”.
Pereira reiteró “la disposición de su país de apoyar iniciativas que fortalezcan los sistemas alimentarios locales” e informó que “en la actualidad se ejecutan siete proyectos de cooperación bilateral en la agricultura, ganadería, acuicultura y salud, con la participación de entidades especializadas de ambas partes”.
Como parte de las actividades del encuentro, también se efectuó una mesa de diálogos sobre políticas, programas y gestión de sistemas nacionales de protección social y de soberanía y seguridad alimentaria y nutricional con miras al combate del hambre y la pobreza. Este espacio buscó identificar sinergias y mejores prácticas que puedan ser adaptadas e implementadas en ambos contextos nacionales.