El objetivo fundamental es captar más divisas para todos los sectores de la economía
¿Cómo se ha llegado a un consenso para implementar en profundidad el programa de corrección de distorsiones e impulso de la economía?
Granadillo de la Torre recordó que en diciembre del año pasado, durante la sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular, el primer ministro Marrero Cruz anunció las proyecciones para corregir distorsiones y reimpulsar la economía, basándose en una evaluación objetiva de la situación de la economía de Cuba que, al igual que el resto del mundo, ha enfrentado una crisis global debido a los efectos de la pandemia de COVID-19.
Varias decisiones fueron adoptadas para proteger a la población, entre ellas el cierre de fronteras, que afectó sectores estratégicos como el turismo, generadores de divisas. También fue necesaria la paralización de diversas actividades productivas, que en en este contexto ha sido difícil reanimar.
“No podemos dejar de mencionar el recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el Gobierno de Estados Unidos, con 243 medidas coercitivas que afectan significativamente nuestra economía y desarrollo del país. En esta evaluación, también identificamos tanto aspectos objetivos como subjetivos que necesitamos superar, insuficiencias desde la institucionalidad y el funcionamiento de mecanismos para el acceso a divisas”, dijo la viceministra primera del MEP.
Por eso −agregó− “ratificamos que hemos desarrollado nuestra economía en un contexto de ‘economía de guerra’, enfrentando desafíos no convencionales que han afectado el funcionamiento de los principales sectores. Por ello, hemos analizado y evaluado ocho grandes objetivos del programa de gobierno, enfocados en generar más ingresos en divisas, potenciar la producción nacional, fomentar el encadenamiento entre actores económicos y reconocer el papel fundamental de la empresa estatal socialista”.
Según la funcionaria, también fueron abordadas cuestiones relacionadas con la gestión gubernamental, el redimensionamiento del sector presupuestado y la continuidad de las políticas sociales. “En este contexto, el Consejo de Ministros y la Asamblea Nacional aprobaron un programa de gobierno con proyecciones concretas dirigidas a estos ocho objetivos, entre ellos uno de los más importantes, el avance en la estabilización macroeconómica del país”.
Ante las preguntas de cómo se inserta la medida de la dolarización parcial en este contexto y si son las divisas un elemento clave a la hora de realizar este proceso, respondió que una de las principales restricciones que enfrenta la economía cubana es la falta de divisas.
“Primero, ratificamos que el programa de gobierno busca avanzar hacia una desdolarización de la economía. Sin embargo, hemos evaluado experiencias internacionales que demuestran que una desdolarización forzosa, sin la creación de condiciones previas, podría llevar a efectos más negativos para la economía cubana que los que enfrenta en la actualidad. Ante el déficit de divisas, evaluamos que una medida de corto plazo, transitoria y con una implementación gradual era necesariamente dolarizar parcialmente la economía”, afirmó la viceministra.
Con ese propósito −explicó−, se definió el alcance de esa dolarización parcial. “Tenemos experiencias en nuestro país desde los años 90 en procesos similares con resultados positivos. En el Periodo especial, fue una de las decisiones que se debieron tomar. El objetivo fundamental es captar más divisas para todos los sectores de la economía, para dinamizar la producción, para los sectores exportadores. También definimos en qué actividades sería más beneficioso implementar esta dolarización parcial y en cuáles no es posible, ya que los efectos podrían ser más negativos para el desempeño de la economía cubana”.