La cooperativa Camilo Cienfuegos, en el municipio de Amancio, se destaca en Cuba por su producción de arroz popular, un modelo adoptado por diversas entidades para impulsar la siembra de este cereal clave.
“Son empeños muy difíciles —según el presidente de la unidad, Ernesto Concepción Conesa—, pero el colectivo los ha acogido con determinación, conscientes de cuánto beneficia a los residentes en la provincia de Las Tunas producir parte de ese valioso alimento”.
Según publica el Periódico 26, la CCS cuenta con 30 productores dedicados al cultivo de arroz y, en los últimos ocho años, ha logrado rendimientos de hasta 7 toneladas por hectárea. Esto, según Conesa, se debe al reemplazo de fertilizantes químicos por productos biológicos.
Como parte del proyecto Vietnam-Cuba, la cooperativa recibió seminarios de especialistas vietnamitas y asesoría de la Unidad Empresarial de Base (UEB) de la Empresa de Granos local. También destacó el apoyo del Partido y el Gobierno municipal.
Yordanis Oramas Palomino, uno de los productores más destacados, actualmente siembra 15 hectáreas de arroz, ampliando las tierras en usufructo debido a sus buenos resultados. “Parte de esos resultados se deben al interés de la UEB, pues los responsables vienen y nos asesoran. Además, influyen los trabajadores, que se entregan incondicionalmente”, afirmó.
Oramas incentiva a su equipo con desayuno, almuerzo y entre 15 y 20 sacos de arroz según la cosecha. Aunque el cultivo demanda insumos, él prioriza productos biológicos y supervisión constante.
Amancio es un ejemplo de cómo incrementar la siembra de arroz en pequeñas áreas con recursos limitados, sin abandonar el programa especializado. Para cubrir el consumo social —7 libras mensuales por cada uno de los 36 132 residentes—, el municipio requiere 1 200 toneladas anuales, lo que exige sembrar 620 hectáreas. Actualmente, hay 300 hectáreas en cultivo especializado y 87 en arroz popular, ubicadas en comunidades como Los Kilómetros, El Indio y San Alberto.
Aunque existen unas 3 000 hectáreas disponibles, muchas están cubiertas de maleza y requieren maquinaria, combustible y más agua, proveniente de la presa Fortaleza. Otras demandas incluyen un secadero para evitar pérdidas por clima y silos de almacenamiento, ya que el grano se seca actualmente en carreteras.
“Es urgente resolver esa situación para disminuir las pérdidas, evitar accidentes y humanizar las tareas”, subrayaron campesinos y especialistas, enfocados en reducir importaciones ante los altos precios internacionales del arroz.