El gobierno brasileño detectó “señales” de apertura al diálogo por parte de Estados Unidos respecto a los inminentes aranceles punitivos del 50% anunciados por el presidente Donald Trump contra productos del país sudamericano, declaró este martes el ministro de Finanzas, Fernando Haddad.
Las tasas comerciales, anunciadas unilateralmente por Trump el pasado 9 de julio, están programadas para entrar en vigor este viernes 1 de agosto, impactando significativamente las exportaciones brasileñas hacia su segundo mayor socio comercial.
“Esta semana ya hay señales de un interés en conversar”, aseguró Haddad a periodistas en la capital brasileña, Brasilia, expresando un cauto optimismo sobre la posibilidad de evitar la medida.
El ministro detalló que estas señales se materializaron tras una nueva conversación telefónica mantenida el lunes entre el vicepresidente brasileño, Geraldo Alckmin —encargado de buscar puentes con la Casa Blanca— y el secretario estadounidense de Comercio, Howard Lutnick.
Más tarde, en una entrevista con CNN, Haddad profundizó en su evaluación, indicando que los “canales (de comunicación) están empezando a desbloquearse” entre las administraciones de Brasilia y Washington.
El titular de Finanzas del gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva enfatizó la confianza brasileña en una solución negociada: “Creemos que si nos sentamos a la mesa con datos concretos, con racionalidad, con el objetivo de establecer una relación equilibrada, llegaremos a un entendimiento”.
La justificación política esgrimida por Trump para la amenaza arancelaria —una supuesta “caza de brujas” contra el expresidente de extrema derecha Jair Bolsonaro (2019-2022)— fue reiterada por el mandatario estadounidense.
Bolsonaro enfrenta actualmente un juicio ante la corte suprema brasileña por su presunta participación en un intento golpista en 2022. Es relevante destacar que Estados Unidos mantiene un superávit comercial significativo con Brasil, la mayor economía de Sudamérica.
El presidente Lula, líder izquierdista que ha rechazado categóricamente cualquier discusión sobre el destino judicial de Bolsonaro en el contexto de estas negociaciones, ya había expresado públicamente el lunes su disposición al diálogo con su homólogo estadounidense.
Durante un acto oficial en el estado de Rio de Janeiro (sureste), el mandatario brasileño hizo un llamado a “sentarse a la mesa de negociaciones, dejar las diferencias de lado y tratar de encontrar una solución”.
“No queremos pelear, queremos negociar, queremos hacer comercio”, insistió Lula, subrayando la voluntad brasileña de resolver el conflicto mediante el entendimiento mutuo y preservar la relación comercial bilateral.
