Con la casa y los sueños sobre el mar

Todo en él huele a mar, hasta sus ojos, que parecen tener olas y muchísimo sol guardado. Alexander Socarrás Conde y sus tres hermanos mantienen una tradición heredada del padre: son pescadores, como otros prendados de ese amor ineludible en la Empresa Filial Pesquera Morrillo.

No importa si el sol se pone más brillante y su resplandor le rebota sobre el agua contra las pupilas, si el mal tiempo obliga a refugiarse en un cayo, si ya algunos no tienen edad para bucear o las viejas embarcaciones sufren roturas imprevistas, a muchos kilómetros del muelle: nada los hace desistir.

Al Ferro 06 lo hundió el huracán Ian, pese a estar en el refugio, porque otros barcos se soltaron, chocaron contra él, y el golpe le dejó averías por las bandas. Pero esa embarcación es la verdadera casa de quienes suelen permanecer 20 días a bordo cada mes; así que salieron a buscar cemento, papel de techo, madera, cabillas, tanques… para repararla entre ellos y los trabajadores del taller.

José Antonio Rodríguez, el director de la empresa ubicada a 20 kilómetros del casco urbano de Bahía Honda, asegura que el 06 es uno de los más productivos; sus capturas representan la de dos barcos.

“Alexander fue modesto, al no contar que, cuando pasó el ciclón (septiembre), iba en primer lugar; después, aun sin pescar en lo quedaba de 2023, terminó tercero ese año. Su carné del Partido se lo entregó Fidel durante un acto en la Plaza de la Revolución, junto a otros destacados”.

José Antonio Rodríguez, el director de la empresa

De esa fibra están hechos quienes no titubean en alejarse  de la orilla segura y adentrarse en el mar.

Yorquis Socarrás Rivera, patrón del 311, explica que la experiencia y elegir las mejores zonas de pesca, les permite atrapar más peces.

“Arriba del barco somos familia. Nos llevamos bien. Sabemos cómo hacer todo a bordo. Aquí cargamos víveres que luego completamos con algún pescado que cogemos para cocinar”.

Desde tierra, garantía de mar

Indudablemente, el mismo amor puede encontrarse en tierra. Carlos Alonso Báez y Rolando Velázquez Maura, entre otros innovadores del taller, son como mástiles para las embarcaciones de la Filial Pesquera. Ellos las remiendan y refuerzan para que se yergan sobre las aguas.

A cuatro de las siete, les adaptaron motores terrestres, de Caterpillar, Perkins, Kuhn… “Rehabilitar la 06 ha sido muy complejo. Hemos tenido que trabajar en el agua y escorarla, porque no tenemos varadero”, señala Velázquez Maura.

Sin embargo, muy pronto el barco regresará en busca de peces, probablemente más fuerte que antes. Las adaptaciones de estos seres ingeniosos llevan años y no han dado problema alguno. Continuamente, andan recuperando piezas y accesorios, trabajos por los que acumulan numerosos premios, la gratitud y el reconocimiento de sus compañeros.

Gilberto Conde Mederos, jefe de flota y de producción, resalta que igualmente las tripulaciones han reparado bombas de achique y motores de arranque en el mar.

“Cada vez los desafíos son mayores. Ya no pueden usar como antes las zonas de pesca tradicionales, debido a la sobreexplotación, al cambio climático o a que algunas han sido destinadas al turismo. Y, por supuesto, el bloqueo nos afecta; nos hace recurrir a alternativas, como a remendar las artes de pesca con hilos de soga”.

Gilberto Conde Mederos, jefe de flota y de producción

Solo rendirse no está entre sus opciones.

Aun cuando no pueden usar como antes las zonas de pesca tradicionales, se las arreglan para lograr buenas capturas. Foto: Joel Mayor Lorán.

Alternativas e inversiones

El director recuerda los tres millones de pesos de pérdidas que halló al tomar las riendas, hace tres años; cómo al siguiente ya obtuvieron igual cantidad… en utilidades, y cerraron junio pasado con seis. Entonces, nació la Empresa Filial Pesquera Morrillo y, al finalizar el primer trimestre, vuelven a tener utilidades.

“Enfrentamos vicisitudes con el abastecimiento: para salir a pescar se necesitan artes de pesca, hielo, combustible, lubricantes, alimentos…

“Pero apelamos a las potencialidades. Priorizamos las mejores tripulaciones. Y ya estamos por encima del 85% de cumplimiento del plan general, a fin de satisfacer las ventas a la población y el consumo social.

“Nos preparamos para la corrida grande de peces, de abril a junio, cuando podemos reforzar las capturas para responder a los planes del año”.

Rodríguez se refiere también al desafío de multiplicarse y realizar diversas labores, lo cual propicia repartir ingresos entre menos personas y que promedien unos 6 000 pesos mensuales, según los resultados de cada cual y de su centro de costo; algunos cobran a veces 12 000, revela.

Comenta sobre los dos carboneros incorporados, a fin de garantizar ese combustible para cocinar en los barcos, para el comedor de tierra y exportar en el futuro. Alude a la inversión aprobada para el taller naval y la de alargar 20 metros más el muelle.

Prevén alargar 20 metros más el muelle, para facilitar el acceso de las embarcaciones con el pescado. Foto: Joel Mayor Lorán.

Y no olvida mencionar el papel de la empresa en la comunidad, en el aseguramiento de actividades y el servicio de agua en pipa, una garantía para la familia del pescador que, sin embargo, entraña un gasto de combustible no previsto en las asignaciones.

Frente a tormentas naturales y económicas, estos pescadores se ubican en la primera de línea de la Empresa Lanchera Flota del Golfo (FloGolfo), incluso confían recibir la condición de Vanguardia Nacional, gracias al cumplimiento de los planes e indicadores, a la tradición y al compromiso, al amor al mar y a su hechizante oficio.

(Tomado de El Artemiseño)

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