En el contexto de la compleja situación económica que enfrenta el país, la Empresa de Cemento Siguaney, enclavada en la comunidad homónima del municipio de Taguasco, provincia de Sancti Spíritus, se erige como un ejemplo de perseverancia e innovación al materializar un conjunto de acciones estratégicas dirigidas a alcanzar la anhelada autosuficiencia energética.
Esta industria pesada, vital para el desarrollo nacional, no ceja en su empeño por optimizar sus procesos y reducir su huella ambiental, informó ACN.
El ingeniero Saúl Rodríguez Pérez, especialista y Asesor Técnico de la entidad, ofreció detalles concretos sobre las medidas implementadas. Precisó que en el actual año los hornos han quemado alrededor de dos millones de litros de aceite y lodos petrolizados, una alternativa ecológica y económica para la cual la fábrica realizó inversiones, acondicionando par de pailas especializadas para asegurar el correcto trasiego de estos combustibles.
“A ello agregamos la quema de neumáticos en desuso, una variante con muchas posibilidades por explorar y explotar, con un dividendo favorable y comprobado ya en la entidad”, acotó el experto.
Estas prácticas no solo constituyen una solución ingeniosa ante las limitaciones, sino que tienen un impacto directo y positivo en la producción. Rodríguez Pérez aseguró que todo ello les posibilita mantener la producción de cemento, sobre todo el gris, que hoy cubre la demanda para el montaje de los nuevos parques solares fotovoltaicos que se edifican en el país, vinculando así su quehacer a un programa estratégico de la nación.
La visión de futuro de la empresa incluye también la expansión de las fuentes renovables. Detalló el experto que con la perspectiva de ampliar el esquema propio, “la planta cuenta con dos pequeños emplazamientos fotovoltaicos y se monta un tercero para seguir reduciendo la dependencia del Sistema Electroenergético Nacional (SEN) y contar con fuentes de generación propias para estabilizar el trabajo en diferentes áreas”.
Rodríguez Pérez subrayó que este quehacer forma parte de la estrategia de la empresa de “alimentar” con energías renovables todos los puntos de la entidad con posibilidades para ello y que en la actualidad dependen del SEN.
Complementando este esfuerzo integral, Gonzalo Reina Aguilar, director de Cemento Siguaney, puntualizó que en estos momentos impulsan también un proyecto que tiene como base los resultados del área de autoconsumo, sitio donde se ejecutan biodigestores que funcionarán a partir de las excretas de los animales que se crían en ese lugar.
Este proyecto de economía circular tiene un alcance social significativo. Aclaró que “los cálculos realizados hasta el momento posibilitan trasladar por una conductora de unos cuatro kilómetros el gas que allí se producirá hasta la cocina de la fábrica, donde se elaboran alimentos para más de 400 trabajadores todos los días”.
“Humanizaremos el trabajo de los cocineros y ayudantes, detalló, pero también creceremos en posibilidades de cocción y ampliaremos el uso de la producción del biogás en otros frentes donde sea viable, sin necesidad de energía eléctrica u otros combustibles”, explicó el directivo. Este conjunto de acciones demuestra una planificación coherente y multifacética.
Cumpliendo con su deber frente a la Patria, desde hace varias semanas, la industria espirituana cumplió sus principales compromisos productivos y sigue aportando de manera estable a programas priorizados del país, demostrando que aun en circunstancias difíciles, la creatividad, el esfuerzo colectivo y la voluntad de ahorro pueden generar resultados tangibles y caminos sostenibles.
