Miles de canadienses han cancelado o pospuesto viajes a Estados Unidos en respuesta al aumento de aranceles impuestos por el gobierno de Donald Trump, según reportes de la Asociación Nacional de Viajes de EE.UU. y la Alianza de la Industria Turística de Quebec.
Catherine Prather, presidenta de la asociación estadounidense, afirmó que ha recibido informes de “docenas” de cancelaciones. “Los canadienses se sienten irrespetados y eso es muy difícil para ellos porque siempre hemos sido socios muy leales”, subrayó.
La encuesta de la patronal quebequense vinculó las cancelaciones masivas a los nuevos aranceles, los rumores de anexión de Canadá como “estado 51” de EE.UU. y el deterioro del tipo de cambio.
Agentes de viajes como Éric Boissonneault, vicepresidente del gremio en Quebec, confirmaron un fenómeno sin precedentes. “La gente parece decidida a boicotear a Estados Unidos y decir que durante el mandato de Trump no quiere viajar a ese país”, destacó.
Además del rechazo político, expertos detectaron temor entre viajeros ante posibles actitudes hostiles de ciudadanos estadounidenses hacia visitantes canadienses, un escenario hasta ahora desconocido.
Las cancelaciones ya impactan al sector turístico estadounidense, con reservas pospuestas o anuladas.
La ministra canadiense de Asuntos Exteriores, Mélanie Joly, respaldó indirectamente el movimiento. “Tenemos que cambiar nuestros planes”, instó.
El contexto se agrava ante la elección de Mark Carney como futuro primer ministro este 9 de marzo, quien sucederá a Justin Trudeau tras casi una década en el poder.
Carney asumirá en un escenario de creciente tensión comercial con EE.UU., marcado por el regreso de Trump a la Casa Blanca y el enfriamiento de relaciones bilaterales.
