Café cubano: Entre la tradición cultural y los desafíos de una industria en recuperación  

El café, símbolo arraigado en la identidad cubana, enfrenta desafíos productivos pese a su valor cultural y esfuerzos de revitalización.

Según datos oficiales, consultados por Granma, Cuba alcanzó un récord de 60 000 toneladas en 1961, cifra que ha decrecido por factores económicos, ambientales, sociales y el bloqueo estadounidense, explicó Felipe Martínez Suárez, director de la Estación Experimental Agroforestal de Tercer Frente, municipio líder en cosecha.

Alexei Yero Guevara, único catador cubano certificado Q-Grader, destacó el reconocimiento internacional del grano: “Con aroma y sabor inigualables, amargo o endulzado, con miel o azúcar de caña”. Su vínculo con la cultura local, dijo, se refleja incluso en canciones como *¡Ay, mamá Inés!*.

En zonas rurales como Los Negros (Contramaestre), productores como Epifanio Sapsim Borges, de 75 años, cultivan café para autoconsumo: “No tenemos que adquirirlo a altos precios, pues por estas zonas la libra cuesta hasta 200 pesos”. Adis Toro Fajardo, de 85 años, prioriza métodos orgánicos: “No uso químicos. Trato de que mi café sea lo más natural posible”.

Elieser Rodríguez Suárez, presidente de la cooperativa Los Baños en Tercer Frente, impulsa innovaciones tecnológicas junto a la Estación Experimental, pero advierte obstáculos: “La comercialización, los precios de compra, la demografía de las comunidades cafetaleras y la falta de insumos limitan la producción”.

En 2023, el gobierno presentó una estrategia con siete acciones para recuperar el sector, enfocada en consumo interno y exportación. Martínez Suárez aclaró que la baja producción no se debe a escasez de plantas, sino a falta de mano de obra para la recogida.

Proyectos con Vietnam han introducido clones de alto rendimiento, mientras iniciativas como Prodecafé y MásCafé facilitan herramientas a productores.

BioCuba Caffe, empresa creada hace un año, vinculada a 14 empresas agroforestales en el oriente cubano, busca elevar en 50% el valor del café orgánico.

Michele Curto, su director, afirmó: “Exportar café es necesario para aumentar la producción y garantizarlo a todos”. La empresa ha mejorado estándares de calidad, reducido defectos en lotes exportables y generado empleo para 82 mujeres trilladoras en Contramaestre.

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