El plan para dotar de servicio de Wi-Fi a los trenes nacionales en Cuba ha superado la fase de pruebas técnicas y se encuentra en una etapa crucial de definición de su modelo de negocio y adquisición de equipos especializados.
El proyecto, liderado por la Empresa de Soluciones Integrales de Telecomunicaciones S.A. (Solintel), busca modernizar la conectividad en el transporte ferroviario, aunque enfrenta retos logísticos y financieros para su despliegue integral.
Robelis Lambert Matos, presidente de Solintel, confirmó en un encuentro con medios organizado por el Grupo Empresarial de la Informática y las Comunicaciones (GEIC) que las pruebas de campo se realizaron con éxito en todo el material rodante, evaluando condiciones tanto estáticas como en movimiento.
“Concluyeron las pruebas de campo en todo el material rodante, tanto estático como en movimiento”, afirmó Lambert Matos, subrayando que el proceso permitió identificar limitaciones técnicas y operativas.
Entre los principales desafíos, el directivo mencionó la existencia de “zonas de silencio” en la red ferroviaria, particularmente en la línea central, donde la cobertura podría verse afectada por factores geográficos o de infraestructura. Asimismo, señaló que la “disponibilidad económica” para adquirir tecnología y completar la implementación sigue siendo un obstáculo crítico.
Según Granma, las pruebas, realizadas con equipamiento adquirido específicamente para este fin, permitieron calcular el alcance de la red y evaluar posibles interferencias o fallos técnicos.
“Los resultados […] fueron presentados al comité técnico asesor del GEIC, al cierre del año pasado, revelando que existen zonas de silencio en la red ferroviaria que podrían dificultar el despliegue del servicio en toda la línea central”, detalló Lambert Matos.
Como siguiente paso, Solintel instalará los equipos de prueba en un coche-motor en la línea Mariel, seleccionada tentativamente como piloto.
Este modelo servirá para ajustar la tecnología antes de escalar el proyecto, el cual se integrará a un proceso inversionista que garantice la compra de equipos y la sostenibilidad financiera.
“Se espera incorporar el proyecto dentro de un proceso inversionista que garantice la compra de la tecnología requerida”, precisó el presidente de Solintel.
Pese a los retos, Lambert Matos reiteró la viabilidad del proyecto: “comprobaron que el proyecto resulta viable, a pesar de los desafíos”.
Entre los beneficios destacados figuran la optimización en la regulación de emisiones radioeléctricas y una mejora sustancial en la experiencia de los pasajeros, quienes podrían acceder a internet durante sus trayectos.
El avance del proyecto refleja los esfuerzos de Cuba por modernizar su infraestructura de transporte y telecomunicaciones, aunque su éxito dependerá de la capacidad para resolver brechas técnicas y asegurar financiamiento.