
Los “transgénicos vericuetos” del maíz (II y final)
Para no hacerle swing al maíz transgénico sobran pretextos, con mayor o menor grado de objetividad. Lo primero es que en determinado momento lleva trabajo. El proceso de obtención de la semilla, por ejemplo, requiere mucha laboriosidad, pasión, entrega, sobre la base de procedimientos manuales que permiten hibridar hembras y machos de variedades distintas para lograr, finalmente, polinización y una semilla de alta tecnología al servicio de la agricultura cubana.



