Ministros y altas autoridades de Agricultura y Pesca de los países miembros de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), junto a naciones aliadas, firmaron este viernes el acta final de su primera reunión conjunta, un paso calificado como hito en los esfuerzos de integración regional del bloque.
El documento, leído públicamente por el secretario ejecutivo del ALBA-TCP, Jorge Arreaza, consolida 14 acuerdos específicos diseñados para impulsar la producción de alimentos, fomentar la pesca sostenible y reducir las asimetrías comerciales históricas entre las naciones participantes.
Entre las iniciativas emblemáticas adoptadas destacan el lanzamiento del Proyecto Alba Azul, centrado en prácticas pesqueras sustentables, y la designación del Complejo Piscícola Ezequiel Zamora en Venezuela como un centro técnico de referencia regional.
Los acuerdos también impulsan de manera prioritaria la homologación de certificaciones sanitarias para agilizar el comercio interno y la creación de una red científica regional dedicada a la innovación en agricultura y acuicultura.
El acta, aprobada por unanimidad por los representantes gubernamentales, establece las bases para una inédita cooperación técnica sectorial dentro del bloque. Esta cooperación, subrayaron los firmantes, se alinea estrictamente con los principios de complementariedad y soberanía que rigen al ALBA-TCP. Los ministros reiteraron su compromiso de colaborar mancomunadamente para garantizar “la mayor suma de felicidad para nuestros pueblos”, en consonancia con la visión fundacional del bloque.
Según TeleSur, esta reunión ministerial forma parte del esfuerzo colectivo por avanzar en los objetivos trazados en la Agenda Estratégica 2030 del ALBA, específicamente en el fomento de iniciativas productivas dentro de su zona económica de desarrollo compartido.
Durante las deliberaciones, los ministros enfatizaron que el éxito de la integración económica dependerá críticamente del establecimiento de un “intercambio comercial justo y equitativo”.
Este objetivo, señalaron, debe estar respaldado por una “infraestructura marítima robusta”, considerada clave no solo para estimular el crecimiento económico y ampliar los mercados, sino también para generar empleo, contribuyendo directamente a la reducción de la pobreza y al fortalecimiento del tejido social en la región.
Los 14 puntos acordados abarcan desde la consolidación de mecanismos de cooperación como Agroalba y la creación de un fondo de inversión regional para proyectos agroalimentarios sostenibles, hasta medidas técnicas como la implementación de un sistema unificado de certificación fitosanitaria y zoosanitaria.
También incluyen compromisos concretos en agricultura regenerativa, transferencia de conocimientos agroecológicos, la formación de una flota pesquera conjunta, el establecimiento de una red de centros de investigación especializados, y una mayor participación coordinada del bloque en foros pesqueros internacionales.
Asimismo, se acordó diseñar un marco regulatorio común para los recursos pesqueros compartidos, crear un grupo de trabajo permanente de pesca y acuicultura, e incorporar formalmente a representantes del sector pesquero en el Consejo Social del ALBA para incidir en las decisiones del bloque.