Francisco (Paquito) Hernández Rodríguez, un ingeniero agrónomo y campesino con amplia experiencia, lleva tres años desarrollando un proyecto innovador en la Isla de la Juventud para la producción de semillas de papa mediante métodos ecológicos.
Este pequeño agricultor ha implementado un sistema que utiliza arena sílice para la conservación del tubérculo, lo que reduce costos y mejora la calidad de las semillas. Su método prescinde de la refrigeración eléctrica, ofreciendo una alternativa sostenible para la agricultura local.
En entrevista exclusiva con la Agencia Cubana de Noticias, Hernández Rodríguez explicó que su proyecto incluye la siembra de varias parcelas a partir de semilla botánica, grelos y posturas. “La arena de sílice, por su estructura porosa, desempeña un papel fundamental en la absorción del vapor de agua y los gases atmosféricos, lo que ayuda a mantener los niveles de humedad adecuados y prevenir el deterioro de los bulbos”, detalló.
El ingeniero estima que la producción local de semillas podría ahorrar al país alrededor de dos millones de dólares en importaciones, lo que representaría un importante beneficio económico para Cuba. Además, su iniciativa se presenta como una solución viable para los suelos de la región, históricamente afectados por la baja calidad y el bajo rendimiento de las semillas importadas.
Con una trayectoria destacada en el cultivo de papa, Hernández Rodríguez recordó que en los años 90 se logró cosechar más de 9 000 quintales del tubérculo en la Isla de la Juventud, un récord para la segunda ínsula cubana. Sin embargo, la baja calidad del suelo y el escaso rendimiento de las semillas importadas desalentaron su cultivo en años posteriores.
En un contexto global donde la demanda de papa sigue en aumento y su producción supera los 300 millones de toneladas anuales —con China como principal productor—, métodos sostenibles como el de Paquito se presentan como una solución clave para el futuro de la agricultura local.
Tras tres años de resultados positivos, el agricultor espera que su proyecto inspire a otros a superar barreras como la incredulidad y la falta de motivación.