La Central Termoeléctrica (CTE) Lidio Ramón Pérez, ubicada en el municipio de Mayarí, reintegró este domingo 170 megavatios (MW) de generación al Sistema Eléctrico Nacional (SEN), un aporte estable que busca aliviar la compleja situación energética que atraviesa el país.
La sincronización del bloque de generación se produjo pasadas las tres de la tarde, después de que una avería imprevista adelantara el inicio de un mantenimiento programado.
Eric Milanés Quinzán, director general de la industria, confirmó en exclusiva a la Agencia Cubana de Noticias que el bloque entró en línea pasadas las tres de la tarde luego de que una avería en el transformador de uso de la planta adelantara su salida para un mantenimiento programado por 20 días, que tuvo como acción principal la corrección de un escape de hidrógeno en el generador del bloque.
Milanés Quinzán explicó que la intervención pudo completarse en un plazo menor al previsto. “El salidero, al encontrarse en una zona de relativo fácil acceso y unido a la experiencia acumulada en la solución de una avería similar anteriormente, permitió acortar considerablemente los plazos concebidos en el cronograma de la reparación”, detalló el directivo.
El mantenimiento, que inicialmente fue provocado por la falla del transformador, permitió abordar un conjunto de incidencias técnicas acumuladas. Durante estas jornadas, los especialistas resolvieron problemas en componentes críticos.
Según el director, entre las labores realizadas estuvieron “la revisión de la chumacera axial de la turbina, la limpieza del condensador de vapor y la reparación de un calentador de alta presión”.
Para recuperar los parámetros de eficiencia y confiabilidad de la planta, también se ejecutaron trabajos esenciales en la caldera y sus sistemas asociados.
“Se llevó a cabo una limpieza profunda de la caldera, se sustituyeron tres juntas en los conductos de humo y se ejecutó un mantenimiento general a equipos auxiliares y sistemas, considerados imprescindibles para asegurar la estabilidad en la generación eléctrica”, afirmó Milanés Quinzán.
La ejecución de estas labores requirió un esfuerzo conjunto de varias entidades especializadas. En los trabajos participaron fuerzas de la Empresa de Mantenimiento a Centrales Eléctricas (EMCE), obreros de la Empresa Constructora de Obras de Ingeniería número 3 (ECI #3), personal de la propia termoeléctrica y brigadas de apoyo de la Empresa de Servicios a la Unión del Níquel en Nicaro (ESUNI).
La puesta en marcha de este bloque contrasta con la situación del otro turbogrupo de la central, el bloque dos, el cual permanece fuera de servicio.
Sobre este, se informó que “se prevé la rehabilitación del bloque dos, luego que concluya la preparación de la oferta técnica que ofrece un nuevo diseño acondicionado para quemar el crudo nacional en la nueva caldera”.
Esta unidad sufrió graves daños, ya que “se vio afectado por un incendio al iniciar el proceso de arranque tras un mantenimiento parcial capitalizable que preveía incorporar alrededor de 220 megavatios al SEN en el verano de 2022”.
La CTE Lidio Ramón Pérez, considerada entre las más eficientes del país y la de mayor capacidad instalada en Cuba, juega un papel crucial en la estabilidad del SEN.
Su operación estable es vital para el país, que enfrenta una persistente crisis electroenergética caracterizada por frecuentes apagones que afectan a la población y la economía.