La alianza OPEP+, liderada por Arabia Saudí y Rusia, acordó este domingo un incremento en la producción de crudo para el mes de octubre, aunque el aumento será de 137 000 barriles diarios, una cifra significativamente menor a los ajustes realizados en meses anteriores, en respuesta a un debilitamiento en la demanda global y a la volatilidad de los mercados.
En un comunicado oficial, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) explicó la decisión: “Ante un panorama económico global estable y unos fundamentos de mercado considerados sólidos, reflejados en los bajos inventarios de crudo, los ocho países participantes decidieron aplicar un ajuste (subida) de producción de 137 000 barriles diarios”.
La medida, adoptada por Arabia Saudita, Rusia, Irak, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Kazajistán, Omán y Argelia, acentúa la estrategia de recuperación de cuotas de mercado que el grupo lanzó en abril y tomó por sorpresa a muchos especialistas del sector.
Este giro marca un contraste con la política anterior de la OPEP+ de combatir la erosión de los precios mediante recortes sostenidos de la producción, indicaron reportes de agencias.
Estos ocho países, que ya han aumentado colectivamente su producción en 2.2 millones de barriles diarios en los últimos meses, inician ahora una nueva fase que contempla el retorno gradual al mercado de hasta 1.65 millones de barriles adicionales. El comunicado del grupo aclara que “los 1.65 millones de barriles diarios podrían restablecerse parcial o totalmente, y de forma gradual, dependiendo de la evolución de las condiciones del mercado”.
La decisión contradice las predicciones de la mayoría de los analistas, quienes, anticipando una caída habitual de la demanda en el cuarto trimestre, esperaban que la OPEP+ mantuviera el statu quo en octubre para evitar una saturación del mercado y un colapso en los precios.
Jorge León, analista de Rystad Energy, matizó el impacto real del anuncio, señalando que “en realidad, el aumento de la producción será mucho menor dados los límites de producción y el mecanismo de compensación” de la OPEP+, en referencia a la necesidad de algunos países de compensar en los próximos meses el exceso de producción sobre sus cuotas en el pasado.
No obstante, el mensaje es contundente y, según el analista, esta decisión podría provocar que los precios del petróleo caigan por debajo de los 60 dólares. El crudo Brent, referencia mundial, cerró la semana justo por encima de los 65 dólares por barril el viernes.
El contexto geopolítico añade una capa de complejidad. Los especialistas mantienen la vista puesta en la guerra en Ucrania y la evolución de la relación entre Washington y Moscú.
Rusia, que depende de los altos precios del petróleo para financiar su esfuerzo bélico, podría encontrar dificultades para beneficiarse de cuotas más altas debido a las presiones estadounidenses y europeas sobre su sector energético. Esta presión se hizo evidente en agosto, cuando el presidente estadounidense impuso aranceles adicionales a productos indios como castigo por importar petróleo ruso.
Un portavoz de la Casa Blanca reforzó esta postura, afirmando que durante una conversación con líderes aliados de Ucrania, Donald Trump insistió en que “Europa debe dejar de comprar petróleo ruso”, en clara referencia a las importaciones continuadas de países como Hungría y Eslovaquia.