La provincia de Granma desarrolla un ambicioso y crítico plan de inversiones dirigido a rehabilitar y modernizar su deteriorada infraestructura hidráulica, un sector estratégico para el bienestar de sus habitantes y su desarrollo económico.
Con un presupuesto asignado de 104.2 millones de pesos para el 2025, la Delegación Provincial de Recursos Hidráulicos ejecuta actualmente varios proyectos estratégicos que comienzan a mostrar un impacto tangible en el suministro de agua, a pesar de enfrentar importantes obstáculos logísticos y materiales.
Los esfuerzos inversionistas en el sector hidráulico de Granma progresan con el objetivo fundamental de llevar agua potable a las comunidades que históricamente han padecido mayores carencias.
Un ejemplo palpable es el nuevo acueducto de Guisa, una obra que beneficia a más de 20 000 habitantes y se erige como un modelo de cómo la cooperación internacional, combinada con el esfuerzo local, puede transformar la calidad de vida de una región.
“No me caía agua por la tubería y tenía que comprar el tanque a 40 y a 60 pesos. A veces me pasaba hasta 15 días sin agua, y las pipas solo querían llenar cisternas, no querían “tanquear’’. Desde que estoy beneficiada con el acueducto, el agua prácticamente no falta. Estoy segura de que muchas familias de Guisa están agradecidas por esta inversión”, relata Yoania Fonseca Cruzata, una de las residentes que ahora disfruta del servicio.
El proyecto, que se ejecutó a partir de un donativo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, incluyó no solo la mejora de redes y sistemas de distribución, sino también instalaciones clave para garantizar la calidad del agua.
“Entre los objetos de obra de mayor envergadura se encuentra una planta potabilizadora, con todas las estructuras necesarias para garantizar la inocuidad del agua que se bombea desde el embalse Batalla de Guisa, a unos siete kilómetros del poblado”, explicó Eveudis Chapman Leyva, director del Proyecto Acueducto en este serrano municipio.
“Se trata de una instalación moderna, estructurada en dos módulos, cada uno con capacidad para procesar 55 litros de agua por segundo. Este sistema entrega a tres sectores hidrométricos: sector Zona Centro (centro histórico), sector Estrella (poblado colindante con la Sierra Maestra) y Braulio Curuneaux (comunidad ubicada a la entrada de la ciudad)”, detalló Chapman Leyva.
La planta asegura actualmente agua de calidad a 23 000 personas y tiene capacidad para expandirse. La obra requirió la instalación de 83 kilómetros de redes que sirven a más de 8 700 viviendas.
De acuerdo con Robisnel Maceo Ramos, director de Inversiones de la Delegación Provincial de Recursos Hidráulicos, la ejecución del presupuesto al cierre del primer semestre del año alcanza el 70%, con 72.7 millones de pesos ya invertidos.
Este porcentaje, considerado alto dentro del complejo contexto económico nacional, refleja la prioridad que se le otorga al sector. Los proyectos se han concentrado en los municipios de Manzanillo, Río Cauto y Bayamo, además de las acciones de terminación en la planta de Guisa.
Entre las obras más relevantes destacan en Manzanillo la ejecución de la conductora de 630 milímetros de diámetro Tomás Barrero, a la cual le faltan por instalar 109 metros de tuberías y la construcción de registros. Asimismo, el rebombeo de Cayo Redondo debe ser rehabilitado con nuevas bombas. Estas acciones beneficiarán directamente a 18 200 habitantes de un municipio con crónicos problemas de abasto.
“En el caso de Río Cauto, contamos con la estación de bombeo de Puente Guillén. Además, tenemos planificada la construcción de otras estaciones de bombeo, que incluirán caseta para operadores. Actualmente, completamos la plataforma y accionamos en la construcción del pozo para la succión del canal. Para este mes, también está prevista la transportación de una caseta prefabricada, lo que permitirá finalizar esta obra, la cual beneficiará a 14 comunidades de Río Cauto”, amplió Maceo Ramos.
En Bayamo, se han realizado colocaciones de tuberías menores que ofrecen una solución parcial a la Ciudad Monumento Nacional. Sobresale la conclusión de la Red de Zona Sur en Nuevo Bayamo, que resolvió problemas en patios de viviendas y benefició a 780 personas.
No obstante, el proyecto más significativo y a la vez complejo es el del Acueducto del Sector 4 de Rosa La Bayamesa, paralizado desde hace dos años. Su culminación depende crucialmente de la colocación de nuevas bombas en el Tanque de 5 000 metros cúbicos de Barrio Azul y la ejecución del nodo de La Rotonda. Una vez terminado, abastecerá a la zona norte de Bayamo, incluyendo los repartos Siboney, Camilo Cienfuegos y El Valle.
Un aspecto notable del programa inversionista es la existencia de obras que, aunque técnicamente no están terminadas al 100%, ya están prestando servicios y tienen un valor de uso para la población.
Un ejemplo es la conductora de 400 milímetros de diámetro que se extiende desde Cauto Embarcadero hasta el centro urbano de Río Cauto, beneficiando a 19 505 habitantes. Allí se han instalado unos cuatro kilómetros de tubería que ya permiten abastecer la cabecera municipal, aunque queda pendiente la sustitución de otros tramos para prevenir fugas futuras.
“En la prolongación de la calle General García, en Bayamo, se han desarrollado redes hidrotécnicas en una zona de expansión situada detrás de la Escuela Técnica, en la que se están construyendo nuevas viviendas. Allí finalizamos la construcción de un drenaje pluvial, ya que era un área propensa a inundaciones que dificultaba el acceso de los niños a la escuela; la ejecución del alcantarillado está a un 80%, favoreciendo a varias viviendas, al eliminar las fosas sépticas”, subrayó Maceo Ramos.
El ramal 4 de Río Cauto también ha cobrado vida con la plataforma de Puente Guillén y su estación de bombeo. Mientras se concluye la estación, los habitantes ya reciben suministro gracias a las tuberías instaladas. En Manzanillo, la conductora de la circunvalación, que servirá a 18.200 personas, ya tiene valor de uso y solo restan instalar dos válvulas de desagüe.
En total, las obras terminadas y aquellas inconclusas pero operativas han beneficiado directamente a 39.031 residentes de la provincia.
El camino de la recuperación hidráulica no está exento de grandes desafíos. Las autoridades del sector identifican como principales limitaciones la escasez de combustible para movilizar maquinaria y personal, y la crítica falta de disponibilidad de recursos básicos de la construcción.
“Hasta la fecha, no hemos recibido asignación alguna de cemento para el año, lo que ha paralizado por completo las obras civiles (cimentaciones, estructuras de hormigón); por otro lado, proyectos claves, como las nuevas bombas para Bayamo, dependen de componentes de importación, lo que genera demoras en la ejecución”, expuso Maceo Ramos.
Esta carencia de materiales representa el mayor cuello de botella para el avance más rápido y completo de las inversiones.
Además de las inversiones en nuevas obras, se destina un presupuesto específico para el mantenimiento de la infraestructura existente: 13.8 millones de pesos para la Empresa de Acueducto y Alcantarillado y 39.2 millones para Aprovechamiento Hidráulico, que incluye presas y canales.
Con una visión a largo plazo, la provincia se guía por un Plan Hidráulico Nacional que se extiende hasta el 2030. Este plan prioriza sectores aún pendientes en cabeceras municipales y zonas urbanas, como los repartos Ojeda y Latinoamericano en Bayamo, así como numerosas comunidades rurales que carecen de acceso a redes de acueducto.
El panorama de las inversiones hidráulicas en Granma es, en definitiva, un espejo de contrastes: un notable esfuerzo de ejecución presupuestaria que lleva agua a decenas de miles de personas y resuelve problemas históricos, librado contra una constante y difícil batalla contra las carencias de una economía compleja.