Un proyecto financiado por la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (Jica) ha dotado a la Isla de la Juventud de un avanzado sistema de supervisión y control para la generación eléctrica, integrando tanto fuentes convencionales como renovables, informó el periódico Victoria.
El nuevo sistema, cuya segunda fase fue inaugurada recientemente, está diseñado para compensar las fluctuaciones inherentes a la producción de energía solar fotovoltaica, gestionar las oscilaciones de frecuencia en la red y responder a salidas imprevistas de las unidades generadoras del Sistema Eléctrico Nacional.
De acuerdo con la fuente, se prevé que estas capacidades se traduzcan en una mejora significativa en la calidad del servicio eléctrico para los residentes y en una mayor rapidez para restablecer el suministro tras cualquier interrupción.
La ceremonia de inauguración contó con la presencia de Moriya Naomasa, cónsul de la Embajada de Japón en Cuba, y de Ashida Tatsuya, representante residente de la oficina de Jica, junto a autoridades gubernamentales locales.
Durante el acto, Ashida Tatsuya destacó los beneficios fundamentales de la iniciativa. “Entre sus beneficios está asegurar la estabilidad del sistema eléctrico. Con el uso de las baterías se establece la introducción de esa energía, a la vez que contribuye a la disminución de la emisión de dióxido de carbono”, recogió el medio.
Por su parte, Fermín Molina Alfonso, director técnico de la Empresa Eléctrica local y coordinador del proyecto, agradeció el apoyo de los expertos de Toshiba, de Jica y del gobierno japonés. Molina calificó el hito como un “punto de partida”, que permitirá que hasta una quinta parte del consumo diario del territorio dependa de la generación solar fotovoltaica.
Este avance se enmarca dentro de una estrategia energética más amplia y ambiciosa para el municipio especial.
El objetivo final, detalló Victoria, es incorporar 15 megawatts de capacidad al parque fotovoltaico local, lo que permitiría cubrir la demanda eléctrica durante el día con un 20.5% de energía renovable.
La visión detrás del proyecto había sido explicada previamente en septiembre de 2024 por el embajador de Japón en Cuba, Kenji Hirata, quien en una entrevista con Granma señaló que “la Isla de la Juventud combina esta energía renovable con la obtenida gracias a otras fuentes tradicionales, y este sistema de almacenamiento y gestión posibilita aumentar o disminuir la entrega de electricidad por esas otras vías, de acuerdo con la exposición solar de los parques fotovoltaicos. Por tanto, permite garantizar estabilidad”.