Los municipios de Mantua, Viñales y La Palma, en el norte de esta provincia occidental, junto a Consolación del Sur, iniciaron de manera anticipada la fase de riega de semilleros para la campaña tabacalera 2025-2026, un proceso crucial que marca el comienzo del ciclo del principal cultivo comercial de la isla.
Aunque la fecha oficial para el inicio de esta labor estaba fijada para los primeros días de septiembre, numerosos vegueros de la región optaron por adelantar los trabajos en un esfuerzo por “ganar tiempo al tiempo”, una estrategia común para manejar los imprevistos climáticos y asegurar las plántulas.
Según los planes de siembra, se prevé que un total de 269 400 canteros (almacigadoras) reciban la simiente en esta etapa inicial. Las siembras en los campos están programadas para comenzar en el mes de octubre, dando continuidad al proceso productivo.
Las proyecciones a nivel nacional apuntan a cubrir aproximadamente 20 000 hectáreas con el cultivo del tabaco. De esa cifra, se espera que la provincia de Pinar del Río, tradicionalmente la mayor productora de Cuba, siembre alrededor de 14 000 hectáreas.
La responsabilidad recaerá en unos 7 100 agricultores (vueltabajeros) de la zona, a quienes se les ha encomendado no solo cumplir con los volúmenes de siembra, sino también elevar los rendimientos por hectárea y garantizar la alta calidad de la hoja que exige la industria tabacalera para la elaboración de habanos y cigarros, indicó Tele Pinar.
Representantes de las estructuras productivas confirmaron que ya cuentan con los insumos básicos necesarios para esta etapa inicial y que se avanza en el proceso de entrega de otros recursos requeridos para fases futuras de la campaña.
Un aspecto significativo para el éxito de la cosecha es la disponibilidad de agua para el riego. Osvaldo Santana Vera, director agrícola del Grupo Empresarial Tabacuba, comentó que “en muchas zonas se emplea para ello la energía fotovoltaica que poco a poco favorece el cambio de la matriz energética en áreas agrícolas y en instalaciones de la pre-industria”.
El directivo explicó que el país dispondrá de 563 tranques (pequeñas represas) para almacenar agua, de los cuales 475 se ubican en Pinar del Río, lo que subraya la importancia de la región en el programa nacional.
La nueva campaña se inicia en un contexto de recuperación para Pinar del Río, que tras el paso del devastador huracán Ian en septiembre de 2022 ha logrado incrementar progresivamente las hectáreas dedicadas al cultivo. No obstante, persisten desafíos heredados de temporadas anteriores.
Uno de los objetivos críticos pendientes es la construcción de casas de tabaco para el cura natural de la hoja. La lentitud en este programa, unida a episodios de sequía en varios territorios, impactó directamente los resultados de la campaña anterior.
Santana Vera admitió que esta limitante fue un factor clave: “La entrega podría ser superior si contáramos con suficientes instalaciones para facilitar el secado de la hoja”.
A pesar de haber recolectado más de 15 millones de cujes (varas para colgar las hojas), la provincia estimó un acopio de 10 000 toneladas de tabaco, ya que la falta de capacidad de secado puede llevar a la pérdida de parte de la cosecha.
La campaña avanza, por tanto, entre las satisfacciones de un nuevo inicio y la presión por resolver aspiraciones de infraestructura aplazadas, cruciales para capitalizar el esfuerzo de miles de productores.