El dólar estadounidense extendió sus pérdidas durante una segunda jornada consecutiva este miércoles, impulsado por expectativas reforzadas de un recorte de tasas por parte de la Reserva Federal el próximo mes.
Este movimiento se produjo tras la publicación de datos de inflación que cumplieron con las previsiones y en medio de renovadas presiones del presidente Donald Trump por una política monetaria más laxa, según informó Reuters.
El índice dólar, que evalúa el desempeño de la divisa frente a una canasta de monedas principales, retrocedió un 0.2% hasta situarse en 97 856 unidades, marcando así su nivel más bajo desde el pasado 28 de julio. Esta caída se suma al descenso del 0.5% registrado durante la sesión del martes.
Los datos económicos publicados el martes revelaron que los precios al consumo en Estados Unidos experimentaron un incremento marginal durante el mes de julio, en línea con las proyecciones de los analistas.
Destacó, además, que el impacto de los aranceles generalizados impuestos durante la administración Trump sobre los precios de los bienes ha permanecido limitado hasta la fecha.
Esta información consolidó entre los inversores, según los datos de LSEG, la certeza de un próximo recorte en las tasas de interés por parte del banco central estadounidense.
La presión política sobre la Fed se intensificó significativamente. El miércoles, Scott Bessent, secretario del Tesoro, abogó públicamente por una “serie de recortes de tipos” y sugirió que el organismo podría iniciar este ciclo de flexibilización con una reducción de 50 puntos básicos.
Estas declaraciones se produjeron un día después de que el presidente Donald Trump, crítico recurrente del actual presidente de la Fed, Jerome Powell, por no haber recortado las tasas con anterioridad, incrementara su presión sobre la institución monetaria.
Karoline Leavitt, portavoz de la Casa Blanca, añadió que Trump estaba evaluando presentar una demanda contra Powell relacionada con su gestión de las renovaciones en la sede del banco central en Washington.
“Creo que hay una presión bastante significativa sobre la Fed desde el lado político de Washington para que se ponga en marcha con los tipos de interés”, señaló Shaun Osborne, estratega jefe de divisas de Scotiabank.
La depreciación del dólar brindó soporte a las principales divisas europeas. El euro registró una ganancia del 0.2%, cotizando en 1.1698 dólares tras alcanzar brevemente su valor máximo desde el 28 de julio.
Paralelamente, la libra esterlina avanzó un 0.5% hasta 1.3567 dólares, nivel que no alcanzaba desde el pasado 24 de julio.