Ante la persistente crisis energética y las restricciones de combustible en Cuba, el Grupo de las Industrias Biotecnológica y Farmacéutica (BioCubaFarma) está impulsando el despliegue de sistemas fotovoltaicos para garantizar la operatividad de sus instalaciones, vitales para la producción de medicamentos.
La iniciativa busca mitigar el impacto de los apagones en un sector de alto consumo eléctrico, informó la Agencia Cubana de Noticias.
Jandry Fiallo Guerrero, director de Servicio del Centro de Inmunología Molecular (CIM), explicó en representación del grupo que esta estrategia permite sostener la fabricación de productos médicos destinados tanto al mercado nacional como a la exportación.
“El desarrollo de este mecanismo permite la fabricación de diferentes productos médicos destinados al pueblo y a la exportación, mientras que disminuye la influencia de la compleja situación eléctrica en el proceso”, afirmó.
El proyecto incluye también la instalación de estaciones de carga solar para vehículos eléctricos en parqueos corporativos.
Fiallo Guerrero destacó el doble beneficio de esta medida: optimizar la distribución de medicamentos y reducir la huella ambiental.
“Trabajamos en la instalación de parqueos con sistemas fotovoltaicos para promover el uso de vehículos eléctricos, los que permiten que los productos lleguen al pueblo de manera eficaz y al mismo tiempo se disminuye la contaminación que genera el transporte tradicional”, precisó.
El ejecutivo subrayó que una planificación eficiente podría acelerar la transición hacia energías renovables, alineada con los objetivos nacionales.
“Si se trazan estrategias eficientes se puede alcanzar un mayor impulso en la transición energética, que constituye una de las líneas de acción para el desarrollo del país”, sostuvo.
La apuesta por la energía solar emerge como solución crítica para un sector estratégico, combinando resiliencia operativa con sostenibilidad en un contexto de escasez.