La tradicional industria cervecera Antonio Díaz Santana, emblemática bajo el nombre popular de Manacas, ha implementado un giro estratégico en su producción ante la imposibilidad sostenida de acceder a las materias primas esenciales para fabricar su producto principal.
Dubranys Suárez Castro, director general de la fábrica, confirmó a la Agencia Cubana de Noticias que el plan de producción actual excluye la elaboración de cervezas y maltas.
“Asumimos otras [producciones] acordes a su misión social y su capacidad tecnológica instalada tributando a la Ley de Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional”, explicó.
Iván Yera Bermúdez, jefe de producción, detalló en exclusiva las nuevas líneas adoptadas: “Las nuevas estrategias contemplan la fabricación temporal de vino, siropes, refrescos, así como diversos envases para bebidas y encurtidos, entre los que destacan por su aceptación los de tomate, col, pepino y ají pimiento”.
Esta diversificación busca aprovechar la infraestructura disponible y responder a demandas del mercado local, destacó la fuente.
El impacto de la situación también se refleja en la fuerza laboral. Bettsy Torres Torres, directora de capital humano, precisó: “En el año 2020 la empresa contaba con 420 trabajadores que se han reducido a 180 a partir de las circunstancias y la actual situación aunque mantenemos el trabajo y la seguridad de que la fábrica volverá a resurgir para brindar sus servicios a villaclareños y otras provincias”.
Más allá de la adaptación productiva, la dirección técnica enfatiza el desafío de recuperar capacidades. Antonio Fidel Guzmán, director técnico, comentó: “Los principales retos están en recuperar el papel de vanguardia de los 120 miembros de la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores con que cuenta la entidad, así como mantener la motivación de volver a la condición de vanguardia que ostentaban hace cinco años en la provincia”.
Ubicada en el municipio de Santo Domingo, a 52 kilómetros de Santa Clara y a 242 kilómetros de La Habana, la industria Manacas navega un período de transformación forzada, apostando por su resiliencia y capacidad de innovación para mantenerse operativa y servir a su territorio mientras anhela recuperar su producción cervecera tradicional.