El ministro cubano de la Industria Alimentaria, Alberto López Díaz, compareció este martes ante la Comisión Agroalimentaria del Parlamento para presentar un exhaustivo balance del primer semestre de 2025, junto con el programa gubernamental destinado a corregir distorsiones y reimpulsar la economía del sector.
La sesión contó con la presencia de altas figuras del gobierno y el Partido Comunista, incluyendo al presidente Esteban Lazo Hernández, el vicepresidente Salvador Valdés Mesa, el jefe del Departamento Agroalimentario del Comité Central, José Ramón Monteagudo Ruiz, y el vice primer ministro Jorge Luis Tapia.
“Ha sido un semestre complicado para el sector. No todas las empresas aprovechan todas las oportunidades”, reconoció López Díaz al iniciar su intervención, donde detalló resultados económicos mixtos marcados por decrecimientos significativos.
Las ventas netas alcanzaron 31 635 millones de pesos, representando solo el 83% de lo planificado y mostrando un retroceso del 2.9% frente al mismo período de 2024.
La OSDE Alimentaria fue identificada como la entidad con mayor incidencia negativa en estos resultados. En utilidades netas se logró un 91% del plan, aunque con una contracción del 17.5%.
El ministro precisó que diecisiete empresas cerraron con pérdidas por 364 millones de pesos, cifra que supera en cinco empresas y 217 millones de pesos a las pérdidas registradas en 2024, concentrándose nuevamente la mayoría en la OSDE Alimentaria.
Entre las medidas implementadas destacan una nueva estructura ministerial, esquemas de financiamiento en divisas para el Grupo Empresarial de la Industria Pesquera y la Empresa para el Cultivo del Camarón, autorización de cuentas en USD para la plataforma online y Cuba Ron, cobro en USD de la pesca al turismo al 50% del valor de exportación, y la creación de una empresa mixta de chocolate y cacao en Baracoa.
El sector pesquero enfrentó desafíos particulares. López Díaz explicó que “la pesca inició el 2024 con 2.000 toneladas de inventario de langosta. Eso no fue posible en el 2025. El año pasado dejamos de capturar aproximadamente 2 000 toneladas de langosta por falta de combustible”, situación que impactó los ingresos y el cumplimiento exportador. No obstante, anticipó mejoras para el segundo semestre con el levantamiento de la veda desde el 1 de julio.
Por otro lado, Cuba Ron mostró un crecimiento del 15% y las ventas en línea aumentaron un 100.5% (25,9 millones de USD), las ventas al turismo cayeron un 11% (38.6 millones USD) debido a la menor afluencia de visitantes.
La deuda sectorial asciende a 35.5 millones de dólares, con más de 25 millones vencidos. Para enfrentarla, se aprobó retener el 73.47% de los ingresos de la pesca (62.2 millones de pesos) para el desarrollo de esa industria.
En producción alimentaria, se registraron cumplimientos dispares: lácteos (54.1% del plan, pero con crecimiento en acopio), cárnicos (71% del plan, con decrecimiento de más de 600 toneladas), conservas (48.5%, con notable aumento de tomate), café (solo 23.7% del plan), molinería (54.4%, afectada por falta de trigo) y cervecera (107% en empresas como Bucanero).
La importación de materias primas presentó graves déficits: solo se recibió el 30% de la leche en polvo y el 55% del trigo planificados, sin importaciones de soya ni aceite en el año.
En innovación, se anunció la introducción en septiembre de nueva genética de camarón —la primera en 25 años— y una reorganización ministerial que incluye direcciones de Ciencia, Informática y Comunicaciones, además de transformar el Instituto de Investigaciones de Alimentos en una unidad científica autofinanciada. Los rubros exportables como camarón, cobo y angula mostraron comportamiento favorable.
Un eje destacado fue la contratación con el sector no estatal, con más de 2 300 contratos firmados en el semestre. La meta es duplicar la producción de 2024 (56 000 toneladas) y superar las 100 000 toneladas en 2025 mediante encadenamientos productivos.
Actualmente, el 25% de la producción industrial alimentaria proviene de estos vínculos, con porcentajes significativos en cárnicos (38%), lácteos (13%) y conservas (15%).
El ministro afirmó que “hay varias experiencias positivas” en generalización, citando casos como la Empresa Cárnica de Sancti Spíritus (diversificación mediante encadenamientos) y la empresa de conservas de Ciego de Ávila (prefinanciación de 500 hectáreas de tomate, procesando 7 000 toneladas). Los nuevos esquemas de ventas online permiten a empresas estatales reabastecerse y prefinanciar encadenamientos.
Pese a los avances, López Díaz reconoció que “no todos lo estamos haciendo al mismo ritmo”, indicando potencial de mejora en estos mecanismos que ya dinamizan la producción. Concluyó que las medidas adoptadas permitirán mejorar los resultados en el segundo semestre de 2025.