La nueva política comercial del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, encarecerá la carne que consumen millones de norteamericanos y, al mismo tiempo, favorecerá a otros países productores como Brasil, de acuerdo con una nota publicada por el diario ‘The New York Times’.
«El desmantelamiento del sistema de comercio mundial por parte del presidente Trump, mediante la imposición de aranceles generalizados, está provocando cambios (…) que podrían convertir en ganadores a países como Brasil, que producen materias primas codiciadas en todo el mundo», señaló.
De acuerdo con el reporte, en el caso de la carne de res, crucial para satisfacer el apetito de los estadounidenses por cortes baratos, los aranceles encarecerán la carne brasileña.
Al mismo tiempo, Brasil se convierte de repente en una fuente más atractiva para China, otro enorme consumidor de cárnicos vacunos, porque su guerra comercial con Estados Unidos y los elevados aranceles que ambas naciones se han impuesto mutuamente han dejado a Pekín buscando otras naciones con suministros de este producto.
Los precios de la carne de res brasileña aumentaron 20% desde principios de abril, según los expertos comerciales citados por el diario.
«El momento, desde nuestro punto de vista, nunca ha sido más favorable para Brasil», dijo al Times Luiz Gustavo Oliveira, vicepresidente del Grupo Fribal, una empresa cárnica brasileña. “Y el mundo tiene las puertas abiertas a la carne brasileña”.
Los procesadores de carne de EEUU, por otra parte, están luchando para lidiar con los precios más altos de ese producto, lo que significan para sus balances y cuánto se les pedirá a sus clientes a pagar.
Brasil es el mayor exportador mundial de carne de res. Con vastas extensiones de tierras de cultivo, donde pueden pastar enormes rebaños de ganado, y unos costos laborales y de otro tipo más bajos, los ganaderos brasileños han conquistado el mercado mundial produciendo carne de vacuno a mayor escala y mucho más barata que sus competidores.
China y Estados Unidos son los dos principales compradores de carne de res brasileña, y ambos países han aumentado considerablemente sus compras en los últimos años para sustentar el creciente apetito interno de carne magra y barata, que ninguno de los ganaderos del país puede satisfacer.
Para alcanzar ese objetivo, Estados Unidos aumentó sus importaciones de carne de res de Brasil de 2023 a 2024 en más de 50%, alcanzando un récord de 1.300 millones de dólares, según el periódico estadounidense.
Pero la carne de vacuno brasileña está ahora sujeta al arancel del 10% que el presidente Trump aplicó a casi todos los socios comerciales de su nación y cuanto más tiempo persistan los aranceles, más probable es que ajusten el comercio mundial de carne de vacuno de manera duradera.
Celso Amorim, el principal asesor de política exterior del presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, declaró a un periódico brasileño que China ofrece ahora a la nación sudamericana «más oportunidades y menos riesgos» que EEUU.
Y después de que China revocara las licencias de exportación de más de 390 empresas procesadoras de carne estadounidenses, en represalia por los aranceles de Estados Unidos, el ministro de Agricultura de Brasil aclaró al NYT que el país latinoamericano estaba ansioso por llenar el vacío.
«Alguien tendrá que suministrar esta carne, que era dotada por los estadounidenses», dijo el ministro, Carlos Fávaro.
En China, la antigua preferencia por la carne de cerdo, que es más barata, ha dado paso en los últimos años a un gusto renovado por los productos de res, a medida que crece la clase media del país.
Las importaciones chinas de carne de vacuno pasaron de menos de 100 millones de dólares en 2010 a más de 13.000 millones en 2024. El año pasado, el país compró casi la mitad de este producto a Brasil.
La mayor parte de la carne de vacuno brasileña ya estaba sujeta a fuertes aranceles estadounidenses, establecidos por primera vez en la década de 1990 para proteger a los ganaderos estadounidenses.
Ahora, los recientes aranceles de Trump han elevado el gravamen al 36%. En comparación, la carne de vacuno brasileña se enfrenta a aranceles de solo el 12% en China, destacó el NYT.
(Tomado de Sputnik)