Tesla reporta desplome del 71% en ganancias en medio de guerra comercial y competencia china

La compañía automotriz Tesla atraviesa uno de los momentos más críticos en su historia reciente, marcado por una combinación de desafíos comerciales, aranceles impuestos por Estados Unidos y el ascenso de rivales chinos en el mercado global de vehículos eléctricos.

Los resultados financieros del primer trimestre de 2025 revelaron una caída del 71% en sus ganancias interanuales, según su reporte trimestral citado por Sputnik.

Entre enero y marzo de este año, la empresa registró ganancias de 409 millones de dólares, una cifra drásticamente inferior a los 1 400 millones de dólares obtenidos en el mismo periodo de 2024.

La firma atribuyó este desplome a factores externos, incluida la política comercial estadounidense, que ha intensificado medidas arancelarias contra múltiples países, y a la presión ejercida por marcas asiáticas, en particular BYD, que avanza con precios competitivos y una amplia oferta de modelos.

“El cambio en el sentimiento político podría tener un impacto significativo en la demanda de nuestros productos a corto plazo”, advirtió Tesla en su informe, sin especificar detalles sobre estrategias inmediatas para contrarrestar la situación.

Presión arancelaria y freno en producción

El contexto geopolicional ha complicado aún más las operaciones de la compañía.

De acuerdo con la agencia Reuters, Tesla suspendió la compra de componentes clave para sus modelos Cybercab (robotaxi) y Semi (camión eléctrico) desde China, luego de que Estados Unidos incrementara los aranceles a productos tecnológicos y automotrices provenientes del país asiático.

Inicialmente, la empresa estaba dispuesta a absorber costos adicionales tras la imposición de tasas del 34%, pero el anuncio de tarifas más altas la obligó a paralizar temporalmente sus planes de entrega.

Fuentes internas citadas por Reuters alertaron que esta medida podría retrasar o incluso poner en riesgo la producción en masa del Cybercab y el Semi, proyectos clave para la empresa.

Tesla tenía previsto iniciar la fabricación de ambos modelos en octubre de 2025, según los reportes.

Falta de innovación y auge chino

The New York Times destacó que, además de los aranceles, Tesla enfrenta una “tormenta perfecta” por la falta de nuevos modelos en su portafolio —en contraste con la rápida innovación de BYD— y por un entorno económico que ha reducido el apetito de inversión en vehículos eléctricos en mercados clave.

Analistas señalan que la compañía de Elon Musk no ha lanzado un modelo completamente nuevo desde 2020, lo que afecta su capacidad para competir frente a rivales que actualizan sus flotas anualmente.

Mientras BYD y otras marcas chinas expanden su presencia global con precios hasta un 30% menores que los de Tesla en algunos segmentos, la empresa estadounidense también lidia con una caída en su valor accionario y presiones para reducir costos sin sacrificar su margen de ganancia.

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