Los gobiernos provinciales de Canadá tienen hasta 100 mil millones de dólares canadienses en recursos fiscales disponibles para apoyar a las industrias y personas afectadas por los aranceles estadounidenses, según un nuevo informe publicado este martes.
El análisis de la institución financiera Desjardins Economics señala que las provincias podrían utilizar esos fondos sin que la relación entre deuda neta y Producto Interno Bruto (PIB) supere el 35%, un nivel observado por última vez durante la pandemia de Covid-19.
La entidad, consultada por Prensa Latina, pronosticó que esta relación se estabilizaría en torno al 30% en todas las provincias durante los próximos dos años, a menos que se produzcan impactos significativos por los aranceles. Además, se espera que el gobierno federal disponga de una cantidad similar al presupuesto general de los territorios para brindar apoyo adicional.
Según el informe, las provincias centrales, como Ontario, Quebec, Manitoba y la Isla del Príncipe Eduardo, serían las más afectadas por los aranceles. Por otro lado, Columbia Británica y Nueva Escocia evitarían las caídas más pronunciadas debido a su menor dependencia del comercio con Estados Unidos.
Desjardins Economics también anticipa que Canadá obtendrá una exención para los productos energéticos antes de que entren en vigor los aranceles, lo que protegería a provincias como Alberta, Saskatchewan, Terranova y Labrador, y, en cierta medida, a Nuevo Brunswick, de los efectos más severos.
Canadá logró una pausa de un mes el 4 de febrero después de que el presidente estadounidense Donald Trump firmara una orden de aranceles generales sobre los productos canadienses.
Sin embargo, posteriormente impuso aranceles adicionales del 25% a todas las importaciones de acero y aluminio, que entrarán en vigor el 12 de marzo.
El escenario base de Desjardins supone una imposición “parcial” de los aranceles amenazados: un 10% para todos los bienes, excepto la energía, un 35% para el acero y un 25% para el aluminio.