La falta de infraestructura de carga es el principal obstáculo para el desarrollo del mercado global de vehículos eléctricos (VE), según el 74% de los fabricantes encuestados por Tata Consultancy Services (TCS).
Un 55% señaló los altos costos iniciales de producción como el segundo desafío, mientras el 56% mencionó problemas asociados a la tecnología de baterías. La encuesta incluyó a más de 1 300 participantes anónimos en Norteamérica, Europa y Asia Pacífico, según reporta Bloomberg Línea.
El 55% de los fabricantes ya invierte en innovación para baterías, y el 78% destina recursos a reducir costos de producción. Sin embargo, el 34% indicó que el alza en tasas de interés frena el consumo, el 30% mencionó incertidumbre en la demanda y otro 30% destacó preocupación por normativas gubernamentales. Solo el 14% citó la competencia de precios bajos de combustibles fósiles.
“Mejorar la compatibilidad de las infraestructuras y aumentar la autonomía de las baterías ocupan un lugar destacado en su lista de prioridades”, señala el informe.
Anupam Singhal, presidente de fabricación de TCS, afirmó que la industria enfrenta una “encrucijada decisiva” al equilibrar complejidades de escala y transformación.
Preferencias de compra y brechas generacionales
El 72% de los consumidores estadounidenses considera probable adquirir un VE como próximo auto, frente a menos del 31% en Japón. Los menores de 35 años muestran mayor interés: el 42% de los encuestados entre 18 y 25 años dijo ser “muy propenso” a comprarlos. En presupuestos, el 56% de los compradores gastaría entre 20 000 y 40 000 dólares, mientras solo el 1% superaría 80 000 dólares.
Las ventas de VE en Latinoamérica se duplicaron en 2024, alcanzando 184 000 unidades, según BloombergNEF.
La participación de estos vehículos en ventas de autos nuevos superó el 6%, frente al 2% en 2022.
De acuerdo con la fuente, el crecimiento responde a la llegada de marcas chinas como BYD con opciones asequibles. No obstante, la región aún está lejos de China, donde se vendieron 11.8 millones de VE en 2024.
Proyecciones estiman que la cuota de VE en Latinoamérica llegará al 10%-20% para 2028.