De Beers, el gigante mundial de la producción de diamantes, se enfrenta a su mayor acumulación de inventario desde la crisis financiera de 2008.
La disminución en las ventas se atribuye a la caída de la demanda en China, la competencia de diamantes sintéticos más económicos y las repercusiones de la pandemia, que redujo significativamente las bodas.
El valor del excedente de la compañía se estima en unos 2 000 millones de dólares.
El director ejecutivo de De Beers comunicó al Financial Times que “ha sido un año desfavorable para las ventas de diamantes en bruto”.
Ante la persistente baja demanda post-pandemia, la empresa ha implementado estrategias para limitar la oferta de gemas, incluyendo una reducción del 20% en la producción minera en comparación con el año anterior y una disminución de precios en su última subasta.
Estas subastas son esenciales para la venta de diamantes en bruto a un selecto grupo de aproximadamente 50 compradores autorizados, conocidos como sightholders, que representan a los distribuidores más influyentes del sector.
De Beers, con una plantilla de 20 000 empleados, ha mantenido su posición dominante en el mercado de la joyería de diamantes, valorado en 80 000 millones de dólares, desde su fundación en el siglo XIX.
Sin embargo, los ingresos del grupo han disminuido, cayendo a 2 200 millones de dólares en la primera mitad del año actual, en comparación con los 2 800 millones de dólares del mismo periodo en 2023.
La industria de la joyería de diamantes enfrenta una crisis que afecta a todos los actores del sector, incluyendo a Alrosa, el principal competidor de De Beers.
Alrosa ha sufrido el impacto de las sanciones impuestas por el G7 a los diamantes rusos este año, consecuencia de la invasión de Ucrania por parte de Rusia en 2022.
Paul Zimnisky, analista independiente del sector, estima que las ventas de diamantes en bruto de De Beers podrían disminuir un 20% este año, tras una caída del 30% en 2023.
“Dado el bajo punto de partida, cualquier recuperación en el comercio debería resultar en un crecimiento relativo en 2025”, señala Zimnisky, quien además anticipa un aumento aproximado del 6% en las ventas globales de joyería de diamantes para el próximo año.
(Con información de El Economista)