La economía de Nueva Zelanda experimenta una recesión técnica, marcada por una disminución del 1% en el Producto Interno Bruto (PIB) durante el tercer trimestre, siguiendo una tendencia similar del trimestre anterior.
Este fenómeno ha sido confirmado este jueves por el departamento de Estadística Stats NZ, que ha destacado una contracción generalizada en numerosos sectores entre julio y septiembre.
La industria manufacturera ha sufrido la mayor caída, con una reducción en la producción en casi todas las subindustrias.
Además, se han observado descensos significativos en los servicios empresariales y en la construcción, así como en las industrias de bienes y servicios.
De acuerdo con Jason Attewell, portavoz de crecimiento macroeconómico del departamento, se ha registrado un incremento en las industrias primarias, impulsado principalmente por un aumento en la producción lechera, lo que a su vez ha fomentado un crecimiento en las exportaciones de productos lácteos como la leche en polvo, la mantequilla y el queso.
Esta situación económica recuerda a la recesión de 2023, cuando Nueva Zelanda enfrentó caídas consecutivas en los últimos trimestres de 2022 y los primeros de 2023.
(Con información de EFE)