En un hito significativo para la cooperación internacional en materia de sostenibilidad, el Reino Unido y Noruega han establecido un acuerdo colaborativo para fomentar iniciativas de energía renovable y tecnologías de captura, uso y almacenamiento de carbono (CCUS), informaron ambas naciones a través de un comunicado conjunto.
Con el objetivo de fortalecer los lazos y compartir conocimientos en tecnologías verdes, el primer ministro británico, Keir Starmer, tiene programada una visita oficial a Noruega este lunes.
Durante su estancia, se prevé que Starmer explore las instalaciones de CCUS, sector en el que Noruega es pionera y cuya experiencia es de gran interés para el Reino Unido.
Recientemente, el gobierno laborista británico ha dado luz verde a los primeros contratos de CCUS en el noreste de Inglaterra, contando con la participación de la petrolera BP y la empresa estatal noruega Equinor, dos compañías que tradicionalmente han estado enfocadas en los hidrocarburos y que ahora también se inclinan hacia las energías limpias.
Se anticipa que, para la primera mitad del año 2025, los gobiernos del Reino Unido y Noruega formalizarán el denominado Acuerdo de Asociación Industrial Verde, un convenio que promete abarcar una serie de proyectos conjuntos en diversas áreas, lo cual refleja un compromiso compartido hacia un futuro más verde, tal como se desprende de la declaración proporcionada por Downing Street.
Entre otras cosas, los dos países quieren explorar el establecimiento en el mar del Norte de un centro de almacenamiento de carbono, con un pacto bilateral para el transporte transfronterizo de CO2, siempre en conformidad con el Protocolo de Londres de protección medioambiental, según el comunicado.
El Gobierno laborista, que llegó al poder el pasado 4 de julio, ha priorizado la CCUS como método para reducir las emisiones contaminantes, sobre todo de industrias como el cemento, y aspira a convertir al Reino Unido en un líder mundial del sector, capaz de exportar su experiencia y tecnología.
De acuerdo con el comunicado, el país “tiene capacidad suficiente para almacenar 200 años de emisiones”, que se guardarán debajo del fondo marino, lo que hace que sea un “procedimiento revolucionario para abordar la crisis climática y ayudar a la industria a descarbonizarse”.
Antes de partir hacia Noruega, Starmer ha señalado que la asociación con el Estado vecino “permitirá aprovechar las oportunidades de una nueva era de energía limpia, impulsando la inversión y el empleo”.
“Nuestra asociación con Noruega hará que el Reino Unido tenga más seguridad energética, lo que asegurará que no estemos expuestos a picos en los precios internacionales de la energía”, ha declarado.
Su homólogo noruego, Jonas Gahr Støre, ha coincidido en que, para afrontar los desafíos del futuro, son necesarios “la cooperación, el conocimiento y la innovación”. “Esta asociación será importante para facilitar más empleos verdes tanto en Noruega como en el Reino Unido, y para avanzar en la transición verde”, ha afirmado.
(Con información de EFE)