Santiago de Cuba generaliza el uso de la tracción animal para enfrentar crisis energética en la agricultura

En respuesta a la compleja situación energética que afecta al país, la provincia de Santiago de Cuba ha generalizado el uso de la tracción animal en las labores fundamentales de la agricultura, rescatando una tradición campesina que se convierte en alternativa viable y estratégica para garantizar la producción de alimentos.

Esta práctica, lejos de ser un retroceso, constituye una adaptación inteligente a las circunstancias actuales, aprovechando recursos autóctonos y sostenibles para mantener activa la base productiva.

En la Unidad Básica de Producción Cooperativa (UBPC) El Alambre, una de las que integra el Polo productivo del mismo nombre en el municipio santiaguero de San Luis, los animales son utilizados en la preparación de tierra, cultivo, limpia, atenciones culturales y en las diversas áreas de trabajadores vinculados y usufructuarios, según destacó Dagneris Milanéz Dinza, presidenta de la base productiva.

“Ante el reto de producir más alimentos para el pueblo priorizamos el uso de los bueyes para la atención a los cultivos, el acarreo de la leche y las cosechas, teniendo en cuenta además, que el boyero y sus animales son identidad en el campo y parte indispensable de su panorama cotidiano”, destacó la directiva.

Esta visión, según el reporte de ACN, integra la necesidad productiva inmediata con la preservación de un patrimonio cultural y práctico de la ruralidad cubana.

“Contamos con 17 yuntas y gracias al trabajo constante de los campesinos y sus animales tenemos hoy más de 40 hectáreas de tierra preparadas, y garantizamos otras actividades como la limpia de maíz, yuca, calabaza y frijol”, acotó Milanéz Dinza.

Estas cifras demuestran la capacidad operativa de la tracción animal para mantener en producción extensiones significativas de tierra, asegurando cultivos vitales para la alimentación local y nacional.

El oficio del boyero encuentra vocación entre los jóvenes del campo. Ser un boyero, o bueyero, no resulta una labor compleja para quien verdaderamente ama la tierra y los animales, así lo corroboraron Yannier Labrada Agüero y Yordenis Ramírez Bandera, quienes se desempeñan en este oficio en las tierras de la UBPC. Su experiencia desmitifica la idea de que se trate de un trabajo obsoleto, presentándolo como una habilidad técnica valiosa y digna.

Ambos trabajadores agrícolas recalcaron que el incremento de las yuntas de bueyes, caballos y mulos es importante para garantizar las labores de los labriegos, el acopio, comercialización y la transportación, sobre todo en lugares rurales, de mercancías y personas. Su testimonio subraya el papel multifuncional de la tracción animal, que va más allá del surco para integrarse en la logística local y el transporte de insumos y producciones.

Conocedores de los beneficios de la tracción animal, cuidan sus mamíferos y los utilizan con disciplina para tener todo el año mejores resultados agropecuarios. Este cuidado responsable es la base de la sostenibilidad del método, asegurando el bienestar animal y, por extensión, la eficiencia del trabajo.

En la UBPC El Alambre no se proclama que el buey sustituya al tractor: la tracción motorizada y la animal se usan de forma complementaria, en dependencia de la potencia requerida por las labores que se van a realizar, la disponibilidad de combustible, tradición, condiciones del relieve, extensión de las áreas, etcétera. Este enfoque pragmático y no excluyente busca optimizar todos los recursos disponibles, combinando tecnología y tradición según las necesidades específicas de cada tarea y momento.

Por tales razones, Dagneris Milanés Dinza, presidenta de la base campesina, manifestó que es un reto aumentar la doma de bueyes para incrementar la tracción animal y contribuir, de esta forma, en el propósito de los santiagueros de aumentar los alimentos con destino a la población.

El objetivo futuro es claro: fortalecer y expandir esta capacidad para convertirla en un pilar estable de la agricultura provincial, demostrando que la soberanía alimentaria se construye también con soluciones prácticas y arraigadas en el conocimiento local.

Comparte este artículo

Cuadrando la caja

Producción de alimentos en Cuba

Mercado cambiario en Cuba (Parte II)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *