El Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, a través de su titular Bruno Rodríguez Parrilla, subrayó hoy la importancia estratégica de la inversión en equipos de acumulación de energía como componente integral del Plan de Gobierno para la recuperación del Sistema Electroenergético Nacional.
La declaración del Canciller refuerza el carácter prioritario que el Estado cubano concede a las soluciones dirigidas a resolver la crítica situación energética que afecta al país.
A través de la red social X, el Canciller respondió a una publicación de la Unión Eléctrica (UNE) que anunciaba el inicio del montaje del primer contenedor de baterías de un Sistema de Almacenamiento de Energía (BESS, por sus siglas en inglés) en la localidad de Cueto, provincia de Holguín.
Esta inversión ofrecerá más estabilidad y soberanía al sistema eléctrico nacional, destacó el Canciller, quien resaltó que se continúa trabajando con ahínco por el bienestar del pueblo. El proyecto en ejecución representa un avance tecnológico significativo y una respuesta concreta a una de las demandas más urgentes de la población y la economía nacional.
La obra, que se ejecuta de conjunto con la Unión Constructora Militar (UCM), representa la materialización concreta de uno de los proyectos más esperados para enfrentar la crisis energética que afecta al país. La colaboración con la UCM garantiza la disciplina, rapidez y control necesarios en una instalación de tan alta sensibilidad y relevancia.
Los sistemas BESS permiten almacenar el excedente de energía generada en momentos de baja demanda para liberarla en períodos de alto consumo o cuando hay interrupciones en la generación, suavizando las fluctuaciones y mejorando la fiabilidad de toda la red. Esta tecnología es crucial para optimizar el desempeño de las centrales generadoras, reducir los picos de demanda y brindar un respaldo inmediato ante fallas, contribuyendo directamente a disminuir la frecuencia y duración de los apagones.
Este avance en Cueto forma parte de un plan más amplio que contempla la instalación de varios sistemas similares en puntos clave del país. La estrategia busca fortalecer la infraestructura eléctrica de manera regional, creando nodos de estabilidad que beneficien a territorios específicos y al sistema interconectado en su conjunto.
La inversión en tecnología de almacenamiento es vista como un componente fundamental para incrementar la resiliencia del sistema, integrar de manera más eficiente las fuentes de energía renovable intermitente y avanzar hacia una mayor soberanía energética, reduciendo la vulnerabilidad ante fallas en centrales termoeléctricas.
La puesta en marcha de este BESS marca, por tanto, un hito no solo técnico, sino también en la política energética nacional, orientada a modernizar la infraestructura y asegurar un servicio más estable y confiable para todos los cubanos.
