En un anuncio de trascendental importancia para la economía nacional, la ministra presidenta del Banco Central de Cuba (BCC), Juana Lilia Delgado Portal, compareció este miércoles en televisión nacional para comunicar una profunda transformación en el mercado de divisas, cuya implementación comenzará a partir de este 18 de diciembre.
La medida, descrita como necesaria y diseñada bajo los principios de gradualidad y temporalidad, representa un paso estratégico en la política monetaria del país.
Durante su intervención, la máxima autoridad bancaria cubana detalló que el objetivo central de esta reestructuración es eliminar las distorsiones provocadas por las múltiples tasas de cambio actuales, recuperar la convertibilidad del peso cubano, fortalecer la institucionalidad monetaria y avanzar hacia la convergencia cambiaria, evitando al mismo tiempo una devaluación brusca y traumática de la moneda nacional. La decisión, según explicó, no es aislada, sino que responde a un contexto económico complejo.
Acotó además que la decisión se toma teniendo en cuenta el impacto de las restricciones externas, la caída de ingresos en divisas y desequilibrios acumulados que se resienten en la vida cotidiana del país, subrayando así el vínculo directo entre la política cambiaria y el bienestar de la población.
Una estructura cambiaria de tres segmentos
El núcleo de la transformación radica en la creación de una nueva estructura para el mercado cambiario, la cual constará de tres segmentos diferenciados. Se mantendrán dos tasas de cambio fijas oficiales (1×24 y 1×120), mientras que se introducirá un tercer componente dinámico: una tasa de cambio flotante que será determinada diariamente según las dinámicas de oferta y demanda, y publicada en los canales oficiales del BCC.
Delgado Portal enfatizó el carácter protector de las tasas fijas. Resaltó que la preservación de las dos tasas de cambio fijas buscan proteger a la población en operaciones básicas y sensibles, en un esfuerzo de la nación por mantener cierta estabilidad en precios esenciales.
Por otro lado, la tasa flotante tiene un propósito económico-estimulante: aclaró que la nueva tasa flotante pretende incentivar a exportadores y otros proveedores de divisas a vender a precios competitivos, atrayendo moneda extranjera, reduciendo las presiones del mercado informal y dando pasos para una estabilización gradual y responsable con vistas a la revaloración del peso cubano.
Un paquete integral de medidas
La ministra presidenta aclaró que este cambio en el mercado de divisas no es una acción aislada, sino que “se integra a un conjunto de medidas financieras, comerciales, tributarias y de otra índole, que comprenden varios frentes simultáneos con el objetivo de mejorar la eficiencia de la economía de manera general”.
Dentro de este paquete, se confirmó un fortalecimiento explícito de las cuentas en Moneda Libremente Convertible (MLC), desmintiendo rumores sobre su posible desaparición.
Entre las medidas que se implementarán se destaca la estabilización y el fortalecimiento progresivo de las denominadas cuentas en moneda libremente convertibles (MLC), contrario a lo que, falsamente, algunos han especulado o afirmado sobre su desaparición, en función de fortalecer su capacidad de compra y valor de uso.
Asimismo, se garantizará plena operatividad bancaria a las formas de gestión no estatales, permitiéndoles ejecutar transacciones en divisas tanto internas como orientadas hacia el comercio exterior. Todo el respaldo normativo y legal de estas decisiones será publicado de manera oportuna en la Gaceta Oficial de la República, asegurando la transparencia y formalidad del proceso.
Este anuncio marca un punto de inflexión en la gestión monetaria cubana, con el declarado propósito de ordenar el entorno financiero, corregir desequilibrios y sentar las bases para una recuperación económica sostenible.













