La Empresa de Tabaco Torcido Artemisa, perteneciente a la Unidad Empresarial de Base Capitán San Luis, incorporó en el municipio de Quivicán un sistema de paneles solares como fuente alternativa de generación eléctrica, en el marco de la estrategia nacional de energías renovables, precisó la Agencia Cubana de Noticias.
El proyecto, que comenzó de forma modesta, ha experimentado una rápida expansión. Esta iniciativa comenzó con la instalación de quince paneles y actualmente ascienden a 243, con la previsión de alcanzar 350 antes de finalizar el año, informó la entidad agrícola.
El objetivo central de la medida va más allá del ahorro económico. El proyecto busca garantizar estabilidad en el suministro eléctrico, reducir la dependencia de fuentes tradicionales y contribuir al ahorro energético nacional, en un contexto marcado por limitaciones en el sector.
Para la compañía, reconocida por la fabricación de habanos para mercados internacionales y nacionales, la energía solar representa una modernización esencial de su infraestructura.
La empresa, dedicada a la producción de tabacos de alta calidad para el mercado internacional y nacional, destacó que la medida forma parte de un proceso de modernización de sus operaciones y de compromiso con la sostenibilidad.
Esta transición en Quivicán se alinea con una política energética de mayor alcance impulsada por el gobierno. Cuba impulsa un programa nacional de fuentes renovables de energía con metas hacia 2035, coordinado por el Ministerio de Energía y Minas, que prevé alcanzar el 26 por ciento de la generación eléctrica a partir de energías limpias.
El sector agrícola es un componente clave en esta estrategia. El Ministerio de la Agricultura desarrolla proyectos específicos para sustituir combustibles fósiles en instalaciones agropecuarias, mediante el uso de biogás, paneles solares fotovoltaicos en sistemas de riego y bombas solares para el abasto de agua en zonas rurales.
La implementación de estas tecnologías persigue beneficios múltiples que impactan directamente en la economía y la alimentación.
Estas acciones buscan reducir costos de producción, mejorar la sostenibilidad de los sistemas agrícolas y fortalecer la seguridad alimentaria, al garantizar mayor estabilidad en el suministro energético para procesos de riego, conservación de alimentos y producción agroindustrial.
A nivel gubernamental, estas inversiones son enmarcadas como una transformación estructural vital para el desarrollo del país.
El Estado cubano ha subrayado que estas iniciativas forman parte de la transformación energética nacional, vinculada a la modernización de los sectores productivos y al cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible.
