Una planta productora de arena sílice en Pinar del Río ha reiniciado sus entregas en medio de esfuerzos por apoyar la campaña nacional contra el mosquito Aedes aegypti.
La instalación, ubicada en el municipio de Guane, garantiza en estos días la materia prima requerida para la producción del larvicida abate, un insumo crucial para enfrentar el actual escenario epidemiológico del país.
Pese a encontrarse inmersa en un proceso inversionista que mantiene su línea industrial principal paralizada desde hace casi dos años, la Unidad Empresarial de Base Arenas Guane ha logrado producir aproximadamente 7.4 toneladas en las últimas dos semanas.
Este resultado ha sido posible gracias a la movilización y la inventiva de sus trabajadores, quienes han implementado ajustes técnicos para suplir la falta de infraestructura completa.
Noel Martínez Lazo, director de la base empresarial, explicó a la prensa que, si bien la industria está paralizada, se realizaron ajustes para retomar las entregas.
El proceso normal implica que la arena extraída del yacimiento sea lavada y secada industrialmente para eliminar impurezas. Sin embargo, al no estar instalada aún la planta de lavado, los trabajadores han tenido que ingeniar una solución alternativa.
Detalló que el proceso para la obtención de la arena requerida en el abate comienza con la extracción en el yacimiento, la cual normalmente se somete a lavado y secado industriales con el objetivo de eliminar las impurezas.
Ante la limitación, el método actual consiste en procesar la materia prima se procesa varias veces por el horno de secado hasta que alcance los parámetros requeridos.
Martínez Lazo recalcó los rigurosos controles de calidad aplicados sobre el producto final: Vamos chequeando cómo se comporta la calidad desde el punto de vista granulométrico, de presencia de materia orgánica, de arcilla, y si requiere pasarla nuevamente, lo hacemos —destacó—; y es un proceso seguro que puede satisfacer sin ningún problema al cliente.
“No habíamos trabajado en estas condiciones atípicas en las que el proceso resulta más lento, menos productivo, con menos toneladas diarias”, dijo.
“Una vez finalice la inversión en la planta de lavado podremos llegar a unas 10 toneladas por turno de trabajo, que no es lo que hoy sucede”, subrayó para dimensionar el esfuerzo actual.
Además, argumentó que “la arena sílice utilizada en el abate necesita una granulometría específica, de entre 0.8 y 2.36 milímetros, y funciona como vehículo de las sustancias que eliminan el mosquito al ser insípida e inodora”.













