Gobierno estadounidense amplía bloqueo económico a red de comercio energético iraní

El gobierno de Estados Unidos desplegó este jueves un amplio paquete de sanciones económicas dirigido a unas cincuenta personas, empresas y buques, localizados principalmente en Asia, como parte de su esfuerzo por estrangular las exportaciones de energía de Irán.

La acción, coordinada por el Departamento del Tesoro, busca desmantelar una red internacional acusada de vender y transportar petróleo y gas iraníes, cuyo valor asciende a cientos de millones de dólares. Según un comunicado oficial, esta red proporciona “una financiación esencial al régimen iraní y soporte a grupos terroristas que amenazan a Estados Unidos”.

La lista de sancionados incluye a una veintena de buques, muchos de ellos pertenecientes a la denominada “flota fantasma” iraní, utilizada para evadir sanciones previas. Entre los objetivos de mayor perfil se encuentran una terminal petrolera en China y varias refinerías independientes chinas. Con esta medida, la administración estadounidense busca asestar un golpe directo a elementos claves de la infraestructura de exportación de Teherán.

El secretario del Tesoro, Scott Bessent, explicó el objetivo estratégico de las medidas: “La Casa Blanca impuso estas sanciones con el objetivo de ‘degradar el flujo de ingresos, desmantelando elementos esenciales de la maquinaria de exportación de energía de Irán’”. Esta es la cuarta ronda de sanciones consecutivas dirigida específicamente contra refinerías independientes con sede en China, lo que subraya el enfoque persistente de Washington sobre este eslabón de la cadena de suministro.

El alcance de las sanciones demuestra la complejidad global de la red que Estados Unidos intenta desarticular. Además de las entidades chinas, empresas con sede en los Emiratos Árabes Unidos (EAU) fueron incluidas en la lista, acusadas de participar activamente en la comercialización de crudo y gas natural iraní.

La flota de buques sancionados, por su parte, navega bajo una variedad de banderas de conveniencia, incluyendo las de Panamá y Palaos, así como las de países africanos como Gambia y Comoras.

El impacto inmediato de estas sanciones implica el congelamiento de todos los activos que las personas y empresas designadas tengan directa o indirectamente en territorio estadounidense. Además, se prohíbe a cualquier empresa o ciudadano de Estados Unidos realizar transacciones comerciales con los entidades sancionadas, aislando efectivamente del sistema financiero y comercial estadounidense.

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